El ataque, el más sangriento sufrido por las tropas británicas desde el inicio del conflicto bélico, el pasado 20 de marzo, coincidió con la primera rueda de prensa del enviado especial para Irak de la Secretaría General de la ONU, Sergio Vieira de Melo, quien expresó su deseo de que el pueblo iraquí sea “libre, democrático, unido y en paz consigo mismo”.
Según fuentes oficiales británicas, el ataque ocurrió en la localidad meridional de Al-Amara, cuando los soldados que patrullaban por la zona cayeron en una emboscada tendida por desconocidos.
El incidente, del que no se dieron más detalles, ya que “se encuentra bajo investigación”, es el más grave ocurrido a las fuerzas de ocupación desde el fin de la guerra.
Además, resulta sorprendente que haya sucedido en el sur de Irak, zona donde predomina la comunidad chií, enemiga del régimen de Sadam Husein.
En un incidente separado, otros ocho soldados británicos resultaron también heridos hoy, tres de ellos de gravedad, al ser tiroteados en la misma zona.
Según fuentes oficiales británicas, el ataque se produjo cuando un helicóptero “Chirook” llevaba a cabo una operación de intervención rápida para evacuar a un soldado del I Batallón del Regimiento de Paracaidistas El militar resultó herido en una emboscada previa en los alrededores de Al Amara, a unos 200 kilómetros al norte de Basora, la segunda ciudad de Irak.
La aparición de los ataques en el frente sur coincidió hoy con la primera rueda de prensa ofrecida por Vieira de Melo desde su llegada a Bagdad el pasado día 2 de junio.
Vieira de Melo explicó a los periodistas que “el pueblo iraquí tiene recursos y infraestructuras apropiadas para gobernarse”, y que el papel de la ONU en Irak será “ayudar en la reconstrucción del país”.
“Naciones Unidas ha hecho un fabuloso trabajo humanitario en Irak, pero ha llegado la hora de que demos un paso más adelante para ayudar a los iraquíes a recuperar su dignidad y construir un régimen libre y democrático”.
En este sentido, Vieira de Melo subrayó que no existe conflicto o incompatibilidad entre la acción de la ONU y las fuerzas de ocupación porque “ambos llegamos aquí para trabajar por el mismo objetivo”. “Estamos en una época de transición. Nuestra primera meta es ofrecer una ayuda de emergencia que mejore las condiciones de vida del pueblo iraquí, sobre todo en cuestiones como generar puestos de trabajo y reparar infraestructuras esenciales”, aseguró Viera de Melo.
“Un segundo paso serán los proyectos de rehabilitación a largo plazo, dirigidos a fortalecer la democracia y restablecer el respeto a los derechos humanos”, agregó.
A este respecto, Vieira de Melo anunció que los países donantes celebrarán el próximo mes de septiembre una conferencia para diseñar un ambicioso plan de reconstrucción para Irak.
Interrogado sobre la creación de un gobierno de transición en Irak que ayude a canalizar la ayuda y normalizar la vida política en el país, el funcionario brasileño admitió que el proceso “camina demasiado lento”.
“Se necesita una administración iraquí interina que pueda tomar sus propias decisiones y no un grupo de asesores sin poder ejecutivo” como pretenden algunos miembros de la administración norteamericana, agregó.
El diplomático también advirtió de que los recientes ataques de las bolsas de resistencia de leales a Sadam Husein a las tropas ocupantes “complica y retrasa el proceso de reconstrucción del país”.
Fuente: EFE
El ataque, el más sangriento sufrido por las tropas británicas desde el inicio del conflicto bélico, el pasado 20 de marzo, coincidió con la primera rueda de prensa del enviado especial para Irak de la Secretaría General de la ONU, Sergio Vieira de Melo, quien expresó su deseo de que el pueblo iraquí sea “libre, democrático, unido y en paz consigo mismo”.
Según fuentes oficiales británicas, el ataque ocurrió en la localidad meridional de Al-Amara, cuando los soldados que patrullaban por la zona cayeron en una emboscada tendida por desconocidos.
El incidente, del que no se dieron más detalles, ya que “se encuentra bajo investigación”, es el más grave ocurrido a las fuerzas de ocupación desde el fin de la guerra.
Además, resulta sorprendente que haya sucedido en el sur de Irak, zona donde predomina la comunidad chií, enemiga del régimen de Sadam Husein.
En un incidente separado, otros ocho soldados británicos resultaron también heridos hoy, tres de ellos de gravedad, al ser tiroteados en la misma zona.
Según fuentes oficiales británicas, el ataque se produjo cuando un helicóptero “Chirook” llevaba a cabo una operación de intervención rápida para evacuar a un soldado del I Batallón del Regimiento de Paracaidistas El militar resultó herido en una emboscada previa en los alrededores de Al Amara, a unos 200 kilómetros al norte de Basora, la segunda ciudad de Irak.
La aparición de los ataques en el frente sur coincidió hoy con la primera rueda de prensa ofrecida por Vieira de Melo desde su llegada a Bagdad el pasado día 2 de junio.
Vieira de Melo explicó a los periodistas que “el pueblo iraquí tiene recursos y infraestructuras apropiadas para gobernarse”, y que el papel de la ONU en Irak será “ayudar en la reconstrucción del país”.
“Naciones Unidas ha hecho un fabuloso trabajo humanitario en Irak, pero ha llegado la hora de que demos un paso más adelante para ayudar a los iraquíes a recuperar su dignidad y construir un régimen libre y democrático”.
En este sentido, Vieira de Melo subrayó que no existe conflicto o incompatibilidad entre la acción de la ONU y las fuerzas de ocupación porque “ambos llegamos aquí para trabajar por el mismo objetivo”. “Estamos en una época de transición. Nuestra primera meta es ofrecer una ayuda de emergencia que mejore las condiciones de vida del pueblo iraquí, sobre todo en cuestiones como generar puestos de trabajo y reparar infraestructuras esenciales”, aseguró Viera de Melo.
“Un segundo paso serán los proyectos de rehabilitación a largo plazo, dirigidos a fortalecer la democracia y restablecer el respeto a los derechos humanos”, agregó.
A este respecto, Vieira de Melo anunció que los países donantes celebrarán el próximo mes de septiembre una conferencia para diseñar un ambicioso plan de reconstrucción para Irak.
Interrogado sobre la creación de un gobierno de transición en Irak que ayude a canalizar la ayuda y normalizar la vida política en el país, el funcionario brasileño admitió que el proceso “camina demasiado lento”.
“Se necesita una administración iraquí interina que pueda tomar sus propias decisiones y no un grupo de asesores sin poder ejecutivo” como pretenden algunos miembros de la administración norteamericana, agregó.
El diplomático también advirtió de que los recientes ataques de las bolsas de resistencia de leales a Sadam Husein a las tropas ocupantes “complica y retrasa el proceso de reconstrucción del país”.
Fuente: EFE
