Sebastián Cantero, CEO de TBSA y empresario con trayectoria en desarrollos inmobiliarios, evaluó el escenario económico actual de la Argentina, poniendo el foco en la recuperación del crédito hipotecario y el ordenamiento macroeconómico. El directivo identificó señales como la baja de tasas, la inflación controlada y la estabilidad cambiaria como indicios de un punto de inflexión.
Cantero señaló que la confianza es nuevamente un activo tangible y destacó que la previsibilidad permite que los bancos vuelvan a prestar, las constructoras planifiquen y las familias consideren el crédito como una posibilidad concreta. “Durante años, la economía argentina se movió sobre un piso de incertidumbre. Hoy, más allá de las lógicas oscilaciones de un año electoral, se empieza a percibir una consistencia en las decisiones de política económica. Eso se traduce en previsibilidad: los bancos vuelven a prestar, las constructoras planifican y las familias vuelven a pensar en crédito como una posibilidad real”, afirmó.
En cuanto al impacto sectorial, el empresario sostuvo que el mercado inmobiliario será uno de los principales beneficiados de esta etapa. Sin embargo, remarcó que la reactivación del crédito hipotecario implica un efecto multiplicador sobre la cadena productiva, incluyendo materiales, empleo, servicios profesionales y consumo. “El crédito hipotecario es un termómetro, porque detrás de cada préstamo hay una cadena productiva enorme, desde materiales, empleo, servicios profesionales, consumo. Cuando ese engranaje se reactiva, el impacto se multiplica en toda la economía. Y eso es lo que está empezando a verse”, expresó.
Cantero también puso énfasis en la necesidad de desarrollar proyectos más eficientes, con foco en la sustentabilidad y la financiación inteligente. Sostuvo que el comprador prioriza seguridad, ubicación, calidad y flexibilidad, y que el crédito acompaña siempre que el producto esté a la altura de esas demandas.
De cara a 2025, el CEO de TBSA proyectó oportunidades concretas para el sector privado si la tendencia de estabilidad se mantiene. “Si las tasas continúan descendiendo y se mantiene la estabilidad, el sector privado va a tener margen para reinvertir, ampliar operaciones y generar empleo. Las empresas necesitan previsibilidad, no milagros. Y cuando esa base está, el capital se mueve solo”, afirmó.
“Venimos de años de espera, pero esta vez el punto de inflexión parece más sólido. Hay orden fiscal, baja de inflación y crédito incipiente. Es una ecuación que, si se sostiene, puede marcar el comienzo de un nuevo ciclo de crecimiento real para el país”, concluyó Cantero, según informó la compañía.












