<p>Hace alrededor de cincuenta años, el centronorteño estado fue el primero en permitir paritarias en el sector público. Cosas como este alzamiento nunca habían sucedido, pero acaba de ocurrirle al republicano que, con ayuda del Tea Party es hoy flamante mandatario. No fue un buen comienzo y el hecho impresiona a la opinión pública norteamericana más que la ola de revueltas en Levante.<br />
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Llegado al poder con una plataforma archiconservadora, lo primero que hizo fue recortar los derechos sindicales en el ámbito estadual. Además, anticipó un embate de mayores alcances contra el gremialismo organizado por vía legislativa. Ante la amenaza, unos 12.000 empleados y trabajadores públicos ocupan el congreso estadual. Este fin de semana, los sindicatos en pie de guerra recibirán apoyo de sus colegas en varios estados, desde California hasta Massachusetts.<br />
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Lejos de la relativa paz de eso reclamos, en Trípoli veían azorados mientras los rebeldes copaban Benghazi y se movían hacia el Beida, Derna, Tobruk, etc. Los setenta muertos causados por las balas policiales –hasta el mediodía del sábado- conseguían algo impensable: dejarlo a Muamar Ghaddafi sin el noreste del país, o sea Cirenaica.<br />
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Mientras aumentan los heridos (unos cuatrocientos al anochecer del viernes), aumentan las posibilidades de que el coronel, nunca un valiente, siga la senda de Zin ben Alí –el tunecino que huyó- y Hosni Mubarak, depuesto aunque no prófugo. Pero, a diferencia de Bahrein, el destino del dictador verde no desvela a Estados Unidos, aunque sí a algunos países europeos o sus empresas.<br />
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Al amanecer del sábado en Barhein, el archipiélago de las perlas, ejército y policía continuaban tirando sobre civiles. Las dos cadenas en árabe (al Dyazira, al ‘Arabiya) calculaban de sesenta a ochenta los heridos y alrededor de veinte los muertos.<br />
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Pero las dos bajas potenciales más peligrosas son de otro tenor: la dinastía de emires al Jalifa y su posible transporte de escape, la quinta flota estadounidenses. Al margen de si Hamad bin Isa conserva el trono, o no, EE.UU. tiene un grave dilema: ¿mantener la flota en ese amarradero o mudarla de sitio? No es poca cosa, pues comprende casi treinta unidades y 30.000 hombres. Su área cubre Afganistán, los emiratos del Golfo, la península arábiga, Irak, Jordania, Pakistán, Siria y Asia central.<br />
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Se perdió Benghazi y se sublevó Wisconsin
En Bahrein arrecia la violencia policial. En Libia los rebeldes toman la segunda ciudad y avanzan sobre otras en el noreste del país. En el próspero Wisconsin, empleados públicos copan el congreso estadual en Madison, alzados contra el gobernador.