Se estiman pérdidas de US$ 100.000 millones por el huracán (2-IX)
La primera proyección conocida (Risk Management Solutions) calcula daños por esa cifra, como mínimo, en Nueva Orleans. La mitad proviene de inundaciones. El resto, de vientos. No se extrapolaron efectos indirectos ni el colapso de diques.
La firma señala, por otra parte, que la ciudad quedará a todo efecto inhabitable por largo tiempo. El modelo desarrollado no abarca actividades petroleras mar adentro. No obstante, la mera interrupcion de servicios, comercio y negocios cuesta cada día algo más de US$ 100 millones.
En lo geográfico, el peor castigo lo infringió Catalina o Katrina a los estados de Luisiana y Misisipi, entre los más pobres del país. Un vocero de RMS aclara que “en última instancia, las consecuencias económicas, financieras y en materia aseguradora dependerán de la velocidad y alcance de las respuestas por parte de autoridades en todo nivelesl. Federales, particulamente, dada la escasez de recursos e infraestructura imperante en esos estados”.
El trabajo de la compañía especializada estima en no menos de 150.000 las propiedades urbanas anegadas o destruidas. La cifra tentativa supera el récord local anterior: 137.000 viviendas en 1927, cuando el bajo Misisipi salió de madre y arrasó Alabama, Arkansas, Misisipí y Luisiana.
La referencia de RMS es el catastro de propiedades registradas, de donde salen los casi US$ 100.000 millones en pérdidas. Habrá también enormes gastos en descontaminación y resparaciones de servicios públicos. Muchas construcciones de madera, sometidas a prolongada inmersión, serán irrecobrables –inclusive las de valor histórico- y las nuevas deberán levantarse lejos del centro. “La cuna del jazz quedará sólo en películas, videos, fotos, discos, etc.”, dicen con tristeza en Universal, MGM y Walt Disney.
Este informe contrasta con el frío optimismo de Wall Street, reflejado por Ethan Harris, analista jefe de Lehman Brothers. “Pese a la vasta destrucción de bienes y la pérdida de vidas, Katrina probablemente tenga un modesto impacto en la economia nacional”. Pero Harris ignoraba que el diagnóstico de RMS fue anterior al colapso de los principales diques que protegían a Nueva Orleans.
La firma señala, por otra parte, que la ciudad quedará a todo efecto inhabitable por largo tiempo. El modelo desarrollado no abarca actividades petroleras mar adentro. No obstante, la mera interrupcion de servicios, comercio y negocios cuesta cada día algo más de US$ 100 millones.
En lo geográfico, el peor castigo lo infringió Catalina o Katrina a los estados de Luisiana y Misisipi, entre los más pobres del país. Un vocero de RMS aclara que “en última instancia, las consecuencias económicas, financieras y en materia aseguradora dependerán de la velocidad y alcance de las respuestas por parte de autoridades en todo nivelesl. Federales, particulamente, dada la escasez de recursos e infraestructura imperante en esos estados”.
El trabajo de la compañía especializada estima en no menos de 150.000 las propiedades urbanas anegadas o destruidas. La cifra tentativa supera el récord local anterior: 137.000 viviendas en 1927, cuando el bajo Misisipi salió de madre y arrasó Alabama, Arkansas, Misisipí y Luisiana.
La referencia de RMS es el catastro de propiedades registradas, de donde salen los casi US$ 100.000 millones en pérdidas. Habrá también enormes gastos en descontaminación y resparaciones de servicios públicos. Muchas construcciones de madera, sometidas a prolongada inmersión, serán irrecobrables –inclusive las de valor histórico- y las nuevas deberán levantarse lejos del centro. “La cuna del jazz quedará sólo en películas, videos, fotos, discos, etc.”, dicen con tristeza en Universal, MGM y Walt Disney.
Este informe contrasta con el frío optimismo de Wall Street, reflejado por Ethan Harris, analista jefe de Lehman Brothers. “Pese a la vasta destrucción de bienes y la pérdida de vidas, Katrina probablemente tenga un modesto impacto en la economia nacional”. Pero Harris ignoraba que el diagnóstico de RMS fue anterior al colapso de los principales diques que protegían a Nueva Orleans.
