La hidroenergía es una enorme fuente de emisión de gases de invernadero, según acaba de descubrir un estudio de la Universidad de Washington. Emiten metano, un gas que es por lo menos 34 veces más potente que el dióxido de carbono. Ese gas constituye 80% de las emisiones de los reservorios de agua que crean las represas.
Peor aún, esas emisiones no están incluidas en los registros globales de emisiones. Esto aumenta aún más la preocupación por el aumento de las temperaturas que elevan los niveles de los mares y aumentan la intensidad de los huracanes.
Ls investigación, que examinó 100 estudios recientes sobre 267 represas en todo el mundo, cuestiona también la conveniencia de construir más diques para generar electricidad y depender menos del carbòn, del gas y del petróleo. En todo el mundo hay 3.700 represas en proyecto o en proceso de construcción, dice el estudio y reclama que la industria de la energía hidroeléctrica se haga cargo de controlar sus emisiones.