Se cierne el espectro de la estanflación en Estados Unidos

Diciembre sumó 0,3% a la inflación minorista y la llevó a 4,1% en 2007, la más alta en diecisiete años. Como se debe a alimentos, energía y combustibles, es mala noticia para los republicanos en año electoral, igual que los precios mayoristas.

17 enero, 2008

Los datos difundidos por el departamento de trabajo ponen en primer plano ese término tabú en Wall Street, “estanflación”. Vale decir, estancamiento inflacionario. Por supuesto, nadie toma muy en serio el “indice subyacente” que saca la Reserva Federal: excluye aquellos tres rubros claves y, por eso, ha subido sólo 2,4% en 2007.

Mientras Benjamin Bernanke y sus suyos se consuelas con estadísticas ficticias –como ocurre en Argentina-, el índice mayorista también es alarmante: saltó 6,3% el año pasado, el mayor margen desde hace 26 años. Por su parte, la Casa Blanca “aclaró” que el avance de los precios en energía y combustibles se atenuaba hacia fin de año. Pero eso era antes de que los crudos tejanos rozasen US$ 100 el barril.

Sector por sector, los costos de ambos rubros se elevaron la friolera de 17,4% en 2007. Los de alimentos lo hicieron en 5%. Los salarios, ajustados por índice ficticio de la RF –una innovación de George W.Bush, 2001- cedieron 0,9% el mayor retroceso desde 2005. La reciente baja de ventas minoristas señala que el estancamiento de ingresos, la inflación en precios y el creciente desempleo comienzan a notarse en el gasto de las personas (66,7% del producto bruto interno).

Son síntomas que alarman a los precandidatos republicanos y ya los explotan sus rivales demócratas. En otro plano ¿cuál será la suerte de las presiones sobre la Reserva Federal? Con vista la reunión del comité de política monetaria (29 y 30), Wall Street especula con una rebaja de 0,75%, o sea 3,5% en tasa básica y 4,5% en redescuento. Pero ¿y si el globo mediático se pincha?

Los datos difundidos por el departamento de trabajo ponen en primer plano ese término tabú en Wall Street, “estanflación”. Vale decir, estancamiento inflacionario. Por supuesto, nadie toma muy en serio el “indice subyacente” que saca la Reserva Federal: excluye aquellos tres rubros claves y, por eso, ha subido sólo 2,4% en 2007.

Mientras Benjamin Bernanke y sus suyos se consuelas con estadísticas ficticias –como ocurre en Argentina-, el índice mayorista también es alarmante: saltó 6,3% el año pasado, el mayor margen desde hace 26 años. Por su parte, la Casa Blanca “aclaró” que el avance de los precios en energía y combustibles se atenuaba hacia fin de año. Pero eso era antes de que los crudos tejanos rozasen US$ 100 el barril.

Sector por sector, los costos de ambos rubros se elevaron la friolera de 17,4% en 2007. Los de alimentos lo hicieron en 5%. Los salarios, ajustados por índice ficticio de la RF –una innovación de George W.Bush, 2001- cedieron 0,9% el mayor retroceso desde 2005. La reciente baja de ventas minoristas señala que el estancamiento de ingresos, la inflación en precios y el creciente desempleo comienzan a notarse en el gasto de las personas (66,7% del producto bruto interno).

Son síntomas que alarman a los precandidatos republicanos y ya los explotan sus rivales demócratas. En otro plano ¿cuál será la suerte de las presiones sobre la Reserva Federal? Con vista la reunión del comité de política monetaria (29 y 30), Wall Street especula con una rebaja de 0,75%, o sea 3,5% en tasa básica y 4,5% en redescuento. Pero ¿y si el globo mediático se pincha?

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