Se busca mayor desregulación en salud

Las obras sociales y las prepagas atenderían a jubilados y carenciados. El presupuesto de los hospitales se destinará a un capita para cubrir la atención de jubilados y carenciados.

26 marzo, 2001

El proyecto de desregulación total del sistema de salud consiste en que toda la población (desde los trabajadores en relación de dependencia hasta los jubilados y los carenciados) elija una obra social o empresa de medicina privada.

Según la propuesta elaborada por el equipo de Domingo Cavallo, las obras sociales nacionales y provinciales y las empresas de medicina privada formarían un único sistema de salud.

Dicho sistema ofrecería cuatro tipo de planes, en los que tanto las obras sociales como las empresas de medicina privada, decidirán si quieren intervenir en los cuatro segmentos o solo en algunos de ellos.

Los cuatro planes sobre los que se basa la estrategia del nuevo ministro son:

· Para trabajadores en relación de dependencia: Los empleados seguirán con el actual esquema obligatorio pudiendo elegir una obra social o una prepaga. La cobertura médica sería la del Programa Médico Obligatorio y se financiaría con los actuales descuentos sobre los salarios y con los aportes patronales. Se mantendría la garantía del Estado, a través del Fondo de Redistribución.

· Para autónomos o gente inactiva: Los que no trabajan en relación de dependencia —profesionales, autónomos o la gente inactiva— seguirían también con la posibilidad de afiliarse en forma voluntaria a una prepaga o a una obra social. Los planes de salud para esta franja de la población podrán ser integrales o parciales y las cuotas serán libres. “En los planes voluntarios puede haber un PMO integral y una variedad de PMO parciales, con carencias y con posibilidades bien reguladas de rechazo de la afiliación”.

· Para jubilados: “El Pami dejaría de actuar como proveedor directo de servicios para permitir a los beneficiarios que opten por los agentes del seguro que compitan en este segmento”.

Las obras sociales o prepagas que quieran recibir jubilados ofrecerán un plan especial para la “tercera edad”. Y esas entidades recibirán una capita según la cantidad de afiliados jubilados que obtengan. Se estima que cada obra social o prepaga podría recibir entre $ 40 y $ 50 mensuales por cada afiliado jubilado que capte.

· Para carenciados: Aquí la propuesta es que el actual presupuesto de salud de las provincias en lugar de ir a los hospitales se asigne a través de una capita a los carenciados.

Se reemplazaría “el actual esquema de subsidio a la oferta por una esquema de subsidio a la demanda”; los carenciados optarán por una obra social o una prepaga que esté dispuesta a recibirlos y financiarían la cobertura médica con esa capita.

El proyecto de desregulación total del sistema de salud consiste en que toda la población (desde los trabajadores en relación de dependencia hasta los jubilados y los carenciados) elija una obra social o empresa de medicina privada.

Según la propuesta elaborada por el equipo de Domingo Cavallo, las obras sociales nacionales y provinciales y las empresas de medicina privada formarían un único sistema de salud.

Dicho sistema ofrecería cuatro tipo de planes, en los que tanto las obras sociales como las empresas de medicina privada, decidirán si quieren intervenir en los cuatro segmentos o solo en algunos de ellos.

Los cuatro planes sobre los que se basa la estrategia del nuevo ministro son:

· Para trabajadores en relación de dependencia: Los empleados seguirán con el actual esquema obligatorio pudiendo elegir una obra social o una prepaga. La cobertura médica sería la del Programa Médico Obligatorio y se financiaría con los actuales descuentos sobre los salarios y con los aportes patronales. Se mantendría la garantía del Estado, a través del Fondo de Redistribución.

· Para autónomos o gente inactiva: Los que no trabajan en relación de dependencia —profesionales, autónomos o la gente inactiva— seguirían también con la posibilidad de afiliarse en forma voluntaria a una prepaga o a una obra social. Los planes de salud para esta franja de la población podrán ser integrales o parciales y las cuotas serán libres. “En los planes voluntarios puede haber un PMO integral y una variedad de PMO parciales, con carencias y con posibilidades bien reguladas de rechazo de la afiliación”.

· Para jubilados: “El Pami dejaría de actuar como proveedor directo de servicios para permitir a los beneficiarios que opten por los agentes del seguro que compitan en este segmento”.

Las obras sociales o prepagas que quieran recibir jubilados ofrecerán un plan especial para la “tercera edad”. Y esas entidades recibirán una capita según la cantidad de afiliados jubilados que obtengan. Se estima que cada obra social o prepaga podría recibir entre $ 40 y $ 50 mensuales por cada afiliado jubilado que capte.

· Para carenciados: Aquí la propuesta es que el actual presupuesto de salud de las provincias en lugar de ir a los hospitales se asigne a través de una capita a los carenciados.

Se reemplazaría “el actual esquema de subsidio a la oferta por una esquema de subsidio a la demanda”; los carenciados optarán por una obra social o una prepaga que esté dispuesta a recibirlos y financiarían la cobertura médica con esa capita.

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