El Gobierno estableció una nueva manera de categorizar a una firma para que sea considerada, o no, una pyme.
A partir de ahora, sólo se tendrá en cuenta su nivel de facturación anual, sin incluir IVA e Impuestos Internos si correspondieran.
En el caso de la industria, el límite ampliado a $ 24 millones anuales (antes era de $ 18 millones), mientras que en el sector comercio el límite fue cuadruplicado y quedó en $ 48 millones.
La nueva metodología logra, según señalaron algunos expertos consultados, que las empresas de mano de obra intensiva o aquellas de mucha facturación pero poco valor agregado (con escasos márgenes de ganancias) ingresen dentro de la categoría pyme.
Con la nueva modificación, agregan los consultados, se resuelven dos problemas; por un lado, se simplifica el método de categorización al considerar la facturación como único criterio y, por el otro, se resuelve la distorsión entre empresas de capital intensivo y mano de obra intensiva.
Quedó establecido, además, que el nivel de facturación surgirá del último balance de la empresa, y en el caso de firmas recientes se considerarán los valores proyectados para el primer año de actividad.
Si al terminar el año no califica, deberá reintegrar o compensar los beneficios que hubiere obtenido.
El Gobierno estableció una nueva manera de categorizar a una firma para que sea considerada, o no, una pyme.
A partir de ahora, sólo se tendrá en cuenta su nivel de facturación anual, sin incluir IVA e Impuestos Internos si correspondieran.
En el caso de la industria, el límite ampliado a $ 24 millones anuales (antes era de $ 18 millones), mientras que en el sector comercio el límite fue cuadruplicado y quedó en $ 48 millones.
La nueva metodología logra, según señalaron algunos expertos consultados, que las empresas de mano de obra intensiva o aquellas de mucha facturación pero poco valor agregado (con escasos márgenes de ganancias) ingresen dentro de la categoría pyme.
Con la nueva modificación, agregan los consultados, se resuelven dos problemas; por un lado, se simplifica el método de categorización al considerar la facturación como único criterio y, por el otro, se resuelve la distorsión entre empresas de capital intensivo y mano de obra intensiva.
Quedó establecido, además, que el nivel de facturación surgirá del último balance de la empresa, y en el caso de firmas recientes se considerarán los valores proyectados para el primer año de actividad.
Si al terminar el año no califica, deberá reintegrar o compensar los beneficios que hubiere obtenido.