Se amplía la ola de despidos en Estados Unidos
Licencias, suspensiones, baja de salarios, menos horas, vacantes congeladas y otras formas de eliminar trabajo afectan a casi 80.000 personas al terminar enero. Sobre esta situación pivotea el obstruccionismo republicano, pese a Michael Steel.
31 enero, 2009
<p>Fue increíble. Mientras sus senadores se aprestaban a “<em>filibuster</em>” (obstruir) el paquete económico de Barack Obama, el partido Republicano elegía un presidente negro. Ex vicegobernador de Maryland, 50 años, ganó el cargo tras cinco tensas votaciones, venciendo por 91 a 77 a Katon Dawson (Carolina sur), miembros de clubes exclusivos para blancos. </p>
<p>El problema, ahora, es cómo armonizar esta sorpresiva actitud gattopardista con el ataque –ideado por Karl Rove, hombre de George W.Bush y Richard Cheney- contra la propuesta socioeconómica oficial. Máxime con el pésimo panorama nacional en lo atinente a la desocupación privada.</p>
<p>La estimación de 75/80.000 despidos refleja sólo quince grandes empleadores ajenos al sector financiero y bursátil. Por ejemplo, Texas Instruments suprime 3.400 puestos, 12% de la plantilla. Por su parte, el departamento federal de trabajo recordó que la eliminación de empleo (eufemismo por despidos en masa) data de hace un año en actividades inmobiliaria y construcción.</p>
<p>Hoy la ola alcanza comercio minorista, industrias metalmecánicas, siderurgia e informática. Firmas como Microsoft o Texas, que habían invertido en capital humano, o sea profesionales, demoraron despido hasta que ya les resultó imposible. Sobre todo con un 2009 tan recesivo como prevén la Reserva Federal, el Fondo Monetario y entidades privadas. Sólo la fusión Pfizer-Wyeth recortará 20% de una fuerza laboral conjunta de 19.500. </p>
<p>Entre el inicio de la recesión (enero de 2008) y fin de diciembre, según trabajo el total de despidos era 2.550.000 (7,2% dela población activa). Poco antes de que Obama remitiese su paquete al congreso, éste destinaba US$ 43.000 millones para asistir a los estados más expuestos a la crisis laboral. En síntesis, esto y el triunfo de Steele restan asidero al obstruccionismo republicano en la cámara alta.<br />
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