Y finalmente River pudo gritar “victoria” en el Monumental, donde hasta ayer hacía nueve años que no podía con su clásico rival. Con un gol de Pablo Aimar a los 36 minutos del primer tiempo, y otro del colombiano Juan Pablo Angel, a los 22 del complemento, el conjunto dirigido por Ramón Díaz derrotó 2-0 a Boca y logró alcanzar a San Lorenzo en lo más alto del Apertura 99, con 24 puntos. Desde el arranque el “Millonario” se mostró más ambicioso en el ataque: a los 40 segundos ya había estrellado una pelota en el palo. El xeneize era la contracara; sin la compañía de su socio Guillermo Barros Schelotto, Martín Palermo no pudo disponer de ninguna chance clara en todo el primer tiempo. Cuando parecía que el aluvión millonario pasaba, Aimar anotó un verdadero golazo, de emboquillada, que puso justicia en el marcador. En la segunda parte Boca intentó y Gustavo Barros Schelotto pudo haber anotado, pero enseguida llegó el gol de Angel, que definió el partido. “Sí, lo festejé más, mucho más que el tricampeonato”, le contestó un eufórico Díaz a un periodista en la conferencia de prensa posterior al partido. El DT de Boca, Carlos Bianchi, por su parte, dijo que River ganó bien y que Boca debe recuperar la mentalidad ganadora. Durante el segundo tiempo, los barrabravas del visitante provocaron destrozos en la tribuna popular que ocupaban: destrozaron y quemaron butacas.
(La Nación, Clarín)
Y finalmente River pudo gritar “victoria” en el Monumental, donde hasta ayer hacía nueve años que no podía con su clásico rival. Con un gol de Pablo Aimar a los 36 minutos del primer tiempo, y otro del colombiano Juan Pablo Angel, a los 22 del complemento, el conjunto dirigido por Ramón Díaz derrotó 2-0 a Boca y logró alcanzar a San Lorenzo en lo más alto del Apertura 99, con 24 puntos. Desde el arranque el “Millonario” se mostró más ambicioso en el ataque: a los 40 segundos ya había estrellado una pelota en el palo. El xeneize era la contracara; sin la compañía de su socio Guillermo Barros Schelotto, Martín Palermo no pudo disponer de ninguna chance clara en todo el primer tiempo. Cuando parecía que el aluvión millonario pasaba, Aimar anotó un verdadero golazo, de emboquillada, que puso justicia en el marcador. En la segunda parte Boca intentó y Gustavo Barros Schelotto pudo haber anotado, pero enseguida llegó el gol de Angel, que definió el partido. “Sí, lo festejé más, mucho más que el tricampeonato”, le contestó un eufórico Díaz a un periodista en la conferencia de prensa posterior al partido. El DT de Boca, Carlos Bianchi, por su parte, dijo que River ganó bien y que Boca debe recuperar la mentalidad ganadora. Durante el segundo tiempo, los barrabravas del visitante provocaron destrozos en la tribuna popular que ocupaban: destrozaron y quemaron butacas.
(La Nación, Clarín)