Reserva Federal: Volcker y Greenspan contra Bernanke

La mayor crisis financiera desde 1929 –que recién ahora admite la RF- podría ser “larga y severa”, según el comité de política monetaria. Lo mismo cree nadie menos que Paul Volcker, desde una posición crítica.

9 abril, 2008

El todavía influyente ex presidente de la RF (1978/87), que nunca ha tomado en serio a Alan Greenspan, logró domeñar la inflación en los 80 (a muy alto precio para la economía real) y hoy censura a Benjamin Bernanke. A su juicio, “ha forzado los límites de sus facultades al orquestra el rescate de Bear Stearns”.

Arguyendo necesidades ocasionales, “se apeló a medidas que no son naturales ni cómodas para un banco central”, sostuvo Volcker en el Economic club, Nueva York. Sus críticas incluyeron a Henry Paulson, hombre de Goldman Sachs a cargo de hacienda y al propio George W.Bush.

Esos comentarios se conocieron justo mientras salía una entrevista a Greenspan en el “Wall Street journal”. Ahí, el discípulo de Ayn Rand, teóloga de la codicia, califica de injusta una ola de críticas, según las cuales sus políticas en 18 años de gestión llevaron al descalabro actual.

“No recuerdo que presidentes de la RF anteriores o presentes llevasen sus disidencias a la palestra pública”, observaba Allan Meltzer, economista –coautor en 1995 de un esquema para permitir la quiebra de deudores soberanos- e historiador de la entidad y sus políticas. “Antes, esas cosas nunca de mentaban en forma abierta”. Ahora, Volcker aprovecha para cuestionar a Greenspan y sus elogios “a un nuevo, brillante sistema financiero. Pero, pese a sus talentosos actores, fracasó en pasar la prueba del mercado”.

En su época, Volcker hizo lo posible para acallar disensos en el directorio de la RF. Sólo Preston Martin lo enfrentó (1986) y tuvo que renunciar. Greenspan mantuvo la vena autoritaria: sus declaraciones eras famosas porque, para entenderlas, era preciso ser un técnico. A diferencia de Martin –cuyo libro sobre aquella ruptura no fue comentado por los medios, temeroso de Volcker-, Greenspan sacó uno, bastante mediocre. En el WSJ repite su prólogo, ode no se arrepiente de ninguna decisión al frente de la RF.

Bernanke asumió en 2006 prometiendo más transparencia, pero no tiene el apoyo dado a sus dos antecesores. Por ejemplo, las minutas del 18 de marzo (última reunión del comité monetario) revelan fuertes desacuerdos: dos los diez miembros del directorio no querían que se aprobara un aumento de 0,75% en las tasas referenciales. Fue el primer voto no unánime desde septiembre de 2002.

Richard Fisher (Dallas) y Charles Plosser (Filadelfia) propusieron profundizar el programa de créditos baratos a bancas de inversión –como Bear Stearns-, a cambio de avales riesgosos, como forma de estimular la economía. Una insensatez, pues ese tipo de firmas no tiene nada que ver con ella desdehace rato.

El todavía influyente ex presidente de la RF (1978/87), que nunca ha tomado en serio a Alan Greenspan, logró domeñar la inflación en los 80 (a muy alto precio para la economía real) y hoy censura a Benjamin Bernanke. A su juicio, “ha forzado los límites de sus facultades al orquestra el rescate de Bear Stearns”.

Arguyendo necesidades ocasionales, “se apeló a medidas que no son naturales ni cómodas para un banco central”, sostuvo Volcker en el Economic club, Nueva York. Sus críticas incluyeron a Henry Paulson, hombre de Goldman Sachs a cargo de hacienda y al propio George W.Bush.

Esos comentarios se conocieron justo mientras salía una entrevista a Greenspan en el “Wall Street journal”. Ahí, el discípulo de Ayn Rand, teóloga de la codicia, califica de injusta una ola de críticas, según las cuales sus políticas en 18 años de gestión llevaron al descalabro actual.

“No recuerdo que presidentes de la RF anteriores o presentes llevasen sus disidencias a la palestra pública”, observaba Allan Meltzer, economista –coautor en 1995 de un esquema para permitir la quiebra de deudores soberanos- e historiador de la entidad y sus políticas. “Antes, esas cosas nunca de mentaban en forma abierta”. Ahora, Volcker aprovecha para cuestionar a Greenspan y sus elogios “a un nuevo, brillante sistema financiero. Pero, pese a sus talentosos actores, fracasó en pasar la prueba del mercado”.

En su época, Volcker hizo lo posible para acallar disensos en el directorio de la RF. Sólo Preston Martin lo enfrentó (1986) y tuvo que renunciar. Greenspan mantuvo la vena autoritaria: sus declaraciones eras famosas porque, para entenderlas, era preciso ser un técnico. A diferencia de Martin –cuyo libro sobre aquella ruptura no fue comentado por los medios, temeroso de Volcker-, Greenspan sacó uno, bastante mediocre. En el WSJ repite su prólogo, ode no se arrepiente de ninguna decisión al frente de la RF.

Bernanke asumió en 2006 prometiendo más transparencia, pero no tiene el apoyo dado a sus dos antecesores. Por ejemplo, las minutas del 18 de marzo (última reunión del comité monetario) revelan fuertes desacuerdos: dos los diez miembros del directorio no querían que se aprobara un aumento de 0,75% en las tasas referenciales. Fue el primer voto no unánime desde septiembre de 2002.

Richard Fisher (Dallas) y Charles Plosser (Filadelfia) propusieron profundizar el programa de créditos baratos a bancas de inversión –como Bear Stearns-, a cambio de avales riesgosos, como forma de estimular la economía. Una insensatez, pues ese tipo de firmas no tiene nada que ver con ella desdehace rato.

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