Repunte dispar, pronóstico incierto

La recuperación de la economía en el primer semestre deja sabor a poco en muchos sectores. El crecimiento fue muy heterogéneo, y dejó ganadores y perdedores. Igual esta performance será difícil de repetir en la segunda parte del año.

23 julio, 2013

La industria continúa dependiendo del sector automotor para su expansión, mientras que en la agroindustria en general los productos de las economías regionales siguen acusando recibo por la pérdida de competitividad en los mercados internacionales, analiza el director de abeceb.com, Dante Sica.

Aun cuando aparecen ciertos indicios de recuperación muy puntuales, tanto por el lado de la oferta como de la demanda, la actividad económica local sigue sin consolidar un rebote claro. 

Detrás de esta situación aparecen varios factores. Por un lado, que la suerte no jugó tan a favor como se esperaba, producto del escaso crecimiento de Brasil y de una campaña agrícola que no resultó tan buena. 

Pero también influyen factores domésticos asociados al esquema de política económica actual. 

En este sentido, las restricciones a las importaciones han ocasionado dificultades en la provisión de insumos y bienes de capital, afectando la producción especialmente a nivel industrial. 

A esto se suma la incertidumbre ocasionada por el desarrollo de un mercado cambiario paralelo y por los constantes cambios en las reglas del juego, que ha alterado los planes de consumo, inversión y producción. 

Según nuestras estimaciones, el PIB se habría expandido apenas un 1,2% interanual en el primer trimestre del año, tras dos cuartos con incrementos prácticamente nulos (de 0,2% en cada caso). 

Mientras tanto, al analizar la performance de la actividad versus el cuarto anterior (de la serie sin estacionalidad) se observa incluso un deterioro, con un avance de sólo 0,5% (2,1% anualizado), en comparación con un incremento promedio de 1,2% trimestral (4,9% anualizado) en la segunda mitad de 2012. 

Además, a nivel sectorial aparecen importantes disparidades, con la mayoría de los sectores aún en terreno negativo. 

De hecho, la expansión del primer trimestre estuvo explicada casi enteramente por los servicios (que tomados conjuntamente registran un avance de 2,8% interanual en el primer cuarto del año, versus una suba de 3,1% en 2012), siendo el principal impulsor el Financiero (con un avance de nada menos que 9,3% interanual). 

En cambio, todos los sectores productores de bienes mostraron retrocesos. En conjunto presentaron un descenso de 2,6% (tras ceder 2,7% el año pasado), con las mayores caídas en Construcción (3,7%), Minería (2,9%) e Industria (2,7%). 

Mientras tanto, nuestras estimaciones preliminares para el segundo trimestre dan cuenta de una importante recuperación (en torno del 5,0% interanual), aunque muy dispar entre sectores. 

Esta mejora está impulsada principalmente por el avance del agro (que se habría expandido por encima del 20%), aunque también puede advertirse una leve recuperación de la industria y la construcción, tras las caídas registradas en el cuarto previo. 

Por su parte, por el lado de los servicios el principal aporte continúa proviniendo del sector financiero. A lo que se sumaron en esta oportunidad los sectores de Comercio, y Transporte, almacenamiento y comunicaciones, aunque se debe tener en cuenta que el mejor desempeño de estos dos últimos está asociado principalmente al empuje del agro.

En este sentido, el comportamiento de diversos indicadores sectoriales para el segundo cuarto de 2013 confirma nuestras estimaciones preliminares. 

En primer lugar, la industria (de acuerdo con el EMI elaborado por INDEC) se habría expandido  3,4% interanual en el bimestre abril-mayo, tras retroceder 1,3% en los tres meses previos. La suba fue impulsada principalmente por el fuerte dinamismo del sector automotriz, que avanzó un 34,6% en ese período. Y también aportaron positivamente Productos químicos (5,5%) y Minerales no metálicos (5,3%). 

Sin embargo, 8 de las 12 ramas registraron variaciones negativas, concentrándose las mayores caídas en Productos del tabaco (-16,1%), Edición e impresión (-10,2%), Refinación de petróleo (-7,0%) y Caucho y Plástico (-4,6%). 

En segundo lugar, la actividad de la construcción también comenzó a notar una recuperación en los últimos meses tras un primer trimestre negativo, y en este caso de magnitud. 

Según el ISAC (que confecciona el INDEC), el sector se expandió 9,3% interanual en abril-mayo, con un aporte positivo de todos los bloques, y especialmente de las obras de infraestructura (que avanzaron 14,3%). Mientras que los despachos de cemento –que funcionan como un indicador adelantado del sector- se recuperaron de la caída registrada en marzo y volvieron a crecer, mostrando un avance de 12,6% interanual en el segundo trimestre.

Por el lado de la demanda el consumo continúa mostrando un comportamiento bastante errático. Mientras que en supermercados las ventas avanzan a paso lento (acumulando un crecimiento de 3,2% en lo que va del año), las registradas en centros comerciales recién en mayo lograron recuperarse, luego de acumular una caída de 4,2% interanual entre enero y abril. 

Estos resultados son consistentes con el pobre comportamiento de la confianza del consumidor, que no logra crecer respecto a los niveles registrados en 2012. En cambio, las ventas de autos se encuentran en plena recuperación. 

Luego de un retroceso de 0,8% en el primer trimestre del año, en los últimos meses registraron tasas de crecimiento respecto al año pasado superiores a 20,0% (19,9% considerando cantidad de patentamientos entre abril y junio), y acumulan un incremento de 8,5% en lo que va del año. Aunque esto último refleja las propias distorsiones del esquema económico actual, dada la elevada inflación y las escasas alternativas de ahorro disponibles. 

En este contexto, para lo que resta del año se prevé se mantenga la mejora observada en los últimos meses, en gran parte como consecuencia de una base de comparación interanual más baja, pero también gracias al repunte de la construcción, el sector automotor, y eventualmente alguna mejora en el sector inmobiliario tras el blanqueo. 

Por el lado de la demanda, también es esperable cierta recuperación de corto plazo del consumo debido al cierre de paritarias, el pago del medio aguinaldo y el gasto pre-electoral. 

Sin embargo, la elevada incertidumbre, y las distorsiones impuestas por la política económica continuarán conspirando contra una recuperación más sólida de la actividad. 

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