Pero el final de la crisis iniciada en 2008, la peor de la historia española, lo marcará el descenso de la tasa de desocupación, que todavía sigue alto, en el orden de 24,5%.
En un marcado contraste con la primera fase de la recuperación, cuando los exportadores eran el único sector que despuntaba, en el primer trimestre de 2015 la economía española por fin siente que despega: la demanda y el consumo crecen, la inversión interna y extranjera también, y hasta el sector de la construcción parece listo a crecer.
Por primera vez en toda la crisis, durante 2014 uno de los tres indicadores clave del mercado inmobiliario se dio la vuelta la vuelta, según la revista Cinco Días.De las tres variables que definían la situación de ese sector: precios, producción (oferta) y compraventas (demanda), la última es la que logró cerrar el ejercicio con mejores resultados que los 12 meses anteriores. En efecto,l2014 fue el primer año de la crisis que donde el sector comenzó a respirar..
Como el resto de los países de la eurozona, España está disfrutando de importantes vientos de cola económicos: uno es el de la reciente caída en el valor de la moneda única, que facilita a los exportadores vender sus productos en el extranjero. El segundo es la marcada caída en el precio del petróleo, que da impulso financiero a los grandes importadores de energía como España.
Pero no todo se debe a factores externos. El gobierno de Rajoy atribuye también el resurgimiento a la reconversión del mercado de trabajo con una ley que facilitó la contratación y el despido de trabajadores y permitió a las empresas hacer acuerdos salariales con sus empleados.
