Regirá el pago obligatorio con cheque
El uso de documentos y tarjetas de crédito, la mantención de una cuenta corriente y el uso del cheque cancelatorio serán obligatorios para quienes compren bienes por más de $ 10.000.
A partir de la semana que viene comenzará a regir el sistema por el cual los pagos mayores a $ 10.000 se deberán efectuar con cheques, según lo dispuso el Gobierno en una de sus últimas medidas económicas de 2000.
El objetivo de esta modalidad es, según el ministerio de Economía, luchar contra la evasión impositiva y alentar el arribo de mayores inversiones.
Todas las operaciones de compraventa que superen ese monto deberán concretarse mediante cheque, tarjeta de crédito o el nuevo cheque cancelatorio, un elemento que autorizará el Banco Central para quienes no tengan cuenta corriente.
También entrará en vigencia otra medida que apunta a atraer inversiones. Se trata de la rebaja de 15% a 12% en el impuesto a los intereses pagados por las empresas. Esta alícuota disminuirá gradualmente hasta mediados de 2002, momento en que el tributo será elimininado.
Como contrapartida, las empresas volverán a pagar impuesto a las ganancias por colocaciones a plazos fijo, algo que había eliminado el ex ministro Roque Fernández.
Con el límite a los pagos en efectivo, el Gobierno busca un mayor control sobre la subfacturación en grandes compras y localizar operaciones de lavado de dinero.
A partir de la semana que viene comenzará a regir el sistema por el cual los pagos mayores a $ 10.000 se deberán efectuar con cheques, según lo dispuso el Gobierno en una de sus últimas medidas económicas de 2000.
El objetivo de esta modalidad es, según el ministerio de Economía, luchar contra la evasión impositiva y alentar el arribo de mayores inversiones.
Todas las operaciones de compraventa que superen ese monto deberán concretarse mediante cheque, tarjeta de crédito o el nuevo cheque cancelatorio, un elemento que autorizará el Banco Central para quienes no tengan cuenta corriente.
También entrará en vigencia otra medida que apunta a atraer inversiones. Se trata de la rebaja de 15% a 12% en el impuesto a los intereses pagados por las empresas. Esta alícuota disminuirá gradualmente hasta mediados de 2002, momento en que el tributo será elimininado.
Como contrapartida, las empresas volverán a pagar impuesto a las ganancias por colocaciones a plazos fijo, algo que había eliminado el ex ministro Roque Fernández.
Con el límite a los pagos en efectivo, el Gobierno busca un mayor control sobre la subfacturación en grandes compras y localizar operaciones de lavado de dinero.
