El impuesto a las transacciones financieras podría generar una entrada adicional estimado en un piso de $3.500 millones y un máximo razonable de $7.000 M, según señalan algunos analistas económicos.
Dichos estudiosos tiene como referencia a Brasil que , con una alícuota de 0,3% en el impuesto a las transacciones financieras, logra un aporte equivalente a 1% del PBI.
De allí se desprende que con una tasa de 0,6%, como establece la iniciativa en la atribución de máxima , se podrían recaudar unos $5.600 M, aunque hay que tener presente que en Brasil el grado de bancarización y el uso del cheque en las operaciones comerciales es sensiblemente mayor que en la Argentina.
Otra referencia es el monto de las operaciones que el sector privado hace a través del uso del cheque en el país; según fuentes del Banco Central, es de unos $150 MM, por año.
Con una alícuota de 0,6%, que también se aplicaría a un volumen similar de transacciones de crédito, se obtendrían unos $1.800 millones.
En esa base de cálculo no se incluyen los saldos en cajas de ahorro ni la porción de movimientos de créditos y débitos que se hacen habitualmente a través de operaciones interbancarias, órdenes telefónicas, pago en cuenta de resúmenes de tarjetas de crédito, colegios y obras sociales, y otros servicios.
Otro tema que influirá en las recaudaciones, de acuerdo a los expertos, es la batalla contra la evasión, a partir del pedido de recorte a $1.000 del monto máximo autorizado para las transacciones en efectivo.
La base imponible que se quiere incorporar a la órbita legal se estima en 40% del PBI, según un reciente trabajo de Fiel, y eso significa unos $200.000 M en términos de valor agregado y $600 MM de monto de transacciones.
El impuesto a las transacciones financieras podría generar una entrada adicional estimado en un piso de $3.500 millones y un máximo razonable de $7.000 M, según señalan algunos analistas económicos.
Dichos estudiosos tiene como referencia a Brasil que , con una alícuota de 0,3% en el impuesto a las transacciones financieras, logra un aporte equivalente a 1% del PBI.
De allí se desprende que con una tasa de 0,6%, como establece la iniciativa en la atribución de máxima , se podrían recaudar unos $5.600 M, aunque hay que tener presente que en Brasil el grado de bancarización y el uso del cheque en las operaciones comerciales es sensiblemente mayor que en la Argentina.
Otra referencia es el monto de las operaciones que el sector privado hace a través del uso del cheque en el país; según fuentes del Banco Central, es de unos $150 MM, por año.
Con una alícuota de 0,6%, que también se aplicaría a un volumen similar de transacciones de crédito, se obtendrían unos $1.800 millones.
En esa base de cálculo no se incluyen los saldos en cajas de ahorro ni la porción de movimientos de créditos y débitos que se hacen habitualmente a través de operaciones interbancarias, órdenes telefónicas, pago en cuenta de resúmenes de tarjetas de crédito, colegios y obras sociales, y otros servicios.
Otro tema que influirá en las recaudaciones, de acuerdo a los expertos, es la batalla contra la evasión, a partir del pedido de recorte a $1.000 del monto máximo autorizado para las transacciones en efectivo.
La base imponible que se quiere incorporar a la órbita legal se estima en 40% del PBI, según un reciente trabajo de Fiel, y eso significa unos $200.000 M en términos de valor agregado y $600 MM de monto de transacciones.