Por Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez (*)
Pero hoy es imposible saber quién y cómo habrá de liderarlas y, mientras estos dilemas se resuelven, afloran todas las inconsistencias de la política económica que el gobierno había tratado de disimular
La ventaja que le sacó Brasil a la Argentina en los últimos seis años en crecimiento y generación de empleos privados formales es una prueba de que reformas adecuadas pueden producir resultados visibles para la población en un tiempo razonable. En la Argentina, una fracción de la opinión pública parece creer todavía que las reformas son sinónimo de ajuste, pero es exactamente al revés. ¡Es la falta de reformas lo que nos mantiene en la estanflación!
El tipo de cambio CCL de 723 es el más alto en 13 meses, siempre medido en términos constantes a fin de poder efectuar comparaciones. Esto implica que se encuentra en valores similares a la turbulencia que se produjo tras la renuncia del ministro Guzmán, cuando el CCL hizo un pico de $736 a precios de hoy. Otro tanto ocurre con el valor del dólar “blue”, que incluso superó el pico de $741 observado en julio del año pasado
La falta de reservas y una aceleración de la inflación que a partir de agosto podría instalarse por encima del 12,0 % mensual, hacen efímeros los intentos por anclar las expectativas. Se procuró hacerlo asegurando que el tipo de cambio oficial, ahora en 350 pesos, se mantendrá hasta mediados de octubre. Pero, al ritmo más acelerado de la inflación, el tipo de cambio llegará a principios de octubre con un atraso similar al de julio. Así, la próxima devaluación ocurrirá en un contexto en el que para el mercado será insuficiente un salto de 22 % del tipo de cambio, tal como se dio el 14 de agosto
Del lado de la expansión monetaria, tampoco hay anclas a la vista. Los vencimientos de bonos del Tesoro en manos del sector privado son significativos de aquí a noviembre, por un total de 2,8 millón de millones de pesos, un promedio mensual de 930 mil millones de dólares. Si a ese “taxi” se le agregan los requerimientos de pesos del Tesoro para cubrir el déficit, es posible que las necesidades de financiamiento por “rollover” más el rojo fiscal superen en promedio 1,5 millón de millones de pesos por mes de aquí a noviembre.
Esa cifra equivale, por mes, al 23 % de la base monetaria actual. Hay un llamado de atención al respecto, y tienen que ver con la decisión de los bancos de ejercer el put por el cual devolvieron bonos del Tesoro y se hicieron de pesos por unos 400 mil millones en el arranque de la semana
La década de la estanflación tiene mucho que ver con la recurrencia de los cepos al cambio y al comercio exterior, y ambos fenómenos están conectados con un valor depreciado de los activos, caso de las empresas que cotizan en el Merval.
El valor promedio 2011/2023 del Merval en dólares constantes se ubicó en un andarivel 30 % por debajo de principios de 2011, cuando los cepos todavía no se usaban como instrumento de política económica. Por estos, días, el valor del Merval en dólares está muy lejos de descontar un escenario de salida de la estanflación
La dolarización es muy buena como slogan, pero no como receta para la economía argentina. Se plantea que el modelo a seguir es el ecuatoriano, pero se minimizan los problemas estructurales que subsisten en ese país y se olvidan las peculiaridades de aquella experiencia. Se ignora además una enseñanza de la crisis de convertibilidad: el Banco Central tenía los dólares para cubrir los pesos de la base monetaria, pero no para los depósitos a plazo. No es aconsejable diseñar un régimen monetario/cambiario sin contemplar el funcionamiento del sistema bancario
Para los desafíos que enfrenta la Argentina, conviene reparar en la experiencia de Israel, que lanzó su plan de estabilización en 1985 y es el más exitoso desde entonces. Israel creció a un ritmo por habitante más que duplicando a Ecuador, sus exportaciones por habitante llegan a los 15.000 dólares/año, y su moneda es muy estable.
(*) Economistas del IERAL de la Fundación Mediterránea