Recuperación: ahora viene lo más difícil
Aun con signos de rebote económico en occidente, gobiernos, banca y empresas afrontan incertidumbres. Por ejemplo, cómo manejar la lenta reducción de deuda en términos de producto bruto interno (desapalancamiento) tras estallar la burbuja financiera.
18 enero, 2010
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Una investigación del McKinsey Global Institute (MGI) revela que reducir niveles de endeudamiento total sobre el PBI, o sea apalancamiento, es un problema que recién empieza. Esos pasivos siguen siendo muy altos en determinados sectores de países centrales, inclusive Estados Unidos, y salir del apalancamiento puede ser duro. En promedio, esto exige seis a siete años y, en la fase inicial, traba el aumento del PBI.<br />
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Los presentes contextos, que abarcan crecientes niveles de deuda pública, indican que el apalancamiento puede prolongarse más tiempo. Así subraya el informe Deuda y desapalancamiento, a cuyo juicio las empresas arriesgan mayores costos y menos crédito disponible. Entretanto, las autoridades reguladoras deberán consolidar la estabilidad del sistema financiero y encarar un delicado equilibrio al optar entre formas de estimular el PBI, mediante expansión suave en los niveles corrientes de endeudamiento, o gastar de forma tal que no se eleve el rojo sin promover crecimiento. <br />
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Recientes fenómenos llevaron no sólo a la peor recesión en occidente desde los años 30. También dejaron una carga de deuda que ahora pesa en las perspectivas de recuperación. Por ende, en la actualidad varios países se hallan ante dos tareas: prevenir crisis similares y guiar sus economías a través de un largo proceso tendiente a la reducción de deudas. <br />
Con esta idea, el MGI realizó investigaciones para definir el aumento de pasivos y el apalancamiento antes de la crisis sistémicas en varios países, las consecuencias económicas del desapalancamiento y sus implicaciones prácticas. En lo esencial, para gobiernos, reguladores y ejecutivos del sector privado. La entidad escrutó 45 casos específicos ocurridos desde 1933.<br />
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Este análisis añadió detalles al cuadro general previo a la última crisis sistémica y dio indicios sobre cómo revertir el apalancamiento. Al respecto, MGI encontró lo siguiente:<br />
-Los niveles de apalancamiento son todavía muy altos en algunos sectores de varios países, no sólo en EE.UU. <br />
-Se identificaron diez áreas en cinco países con posibilidades de desapalancamiento. <br />
-Empiricamente, un largo lapso de desapalacamiento sigue casi siempre a una crisis financiera importante. <br />
-Los episodios son duros, persisten seis o siete años –como se ha señalado-y reducen la relación deuda-PBI en 25%. Éste se contrae los primeros años y luego se recobra.<br />
-Dado que ciertos sectores precisan años de reducción en las grandes economías occidentales, el factor frena la expansión del PBI.<br />
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Una serie de instrumentos adecuados podría haber detectado apalancamientos insostenibles en diversas economías antes de estallar una crisis. Por tanto, los técnicos debieran desarrollar sistemas capaces de rastrear signos del fenómeno en suficiente detalle y en el curso del tiempo. Pero el MGI descubrió que, al presente, casi no existen datos suficientes. <br />
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Este trabajo recomienda cursos de acción similares a algunas propuestas sobre el tapete. Entre ellas, mejorar la calidad del capital bancario, monitorear síntomas de apalancamiento y limitar riesgos sistémicos vía normas macroprudenciales. Pero la investigación deja dudas sobre aspectos de regulaciones remisas a cambiar. Verbigracia, los recursos para afrontar bolsones de desapalancamiento en períodos prolongados, aptos para alterar modelos de negocios vía cambios en materia de inversiones.<br />
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