Reacciones por la inminente libertad de Menem
El menemismo vaticinó una casi inmediata inserción del ex presidente en la vida política. De la Rúa negó que haya existido alguna influencia del gobierno en el fallo de la Corte.
(DYN). – En medio de las dispares reacciones que provocó el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que abre las puertas a la libertad de Carlos Menem y de su ex cuñado Emir Yoma, el presidente Fernando de la Rúa salió hoy (martes 20), una vez más, a negar “influencia o interferencia política” del gobierno en esa decisión.
Las interpretaciones del anticipado dictamen de la Corte pasaron de la “impotencia” y la indignación de algunos sectores, a la cautela expresada por el Gobierno, y a la euforia del menemismo, que vaticinó una casi inmediata inserción del ex presidente en la vida política con vistas a tener un papel relevante en las elecciones generales del 2003.
De la Rúa reiteró el “respeto irrestricto a la Justicia” y aclaró que “no tenemos nada que ver, ninguna intervención, ni en un sentido ni en otro”.
De esa manera, el Presidente rechazó las denuncias sobre un presunto pacto político con el menemismo, en momentos en que el gobierno, acosado por la crisis económica y financiera, necesita de apoyo político para garantizar la gobernabilidad y, al mismo tiempo, debilitar al sector más duro con el oficialismo del PJ, metiendo una cuña en la interna de ese partido.
El jefe del Estado recordó que “cuando se produjo la detención (el 7 de junio pasado), desde una fuerza política dijeron que el gobierno estaba vinculado, y ahora dicen lo contrario” y ratificó que “hay que acostumbrarse al respeto absoluto a la independencia de la Justicia”, que según dijo, el gobierno mantiene “como regla de principio”.
(DYN). – En medio de las dispares reacciones que provocó el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que abre las puertas a la libertad de Carlos Menem y de su ex cuñado Emir Yoma, el presidente Fernando de la Rúa salió hoy (martes 20), una vez más, a negar “influencia o interferencia política” del gobierno en esa decisión.
Las interpretaciones del anticipado dictamen de la Corte pasaron de la “impotencia” y la indignación de algunos sectores, a la cautela expresada por el Gobierno, y a la euforia del menemismo, que vaticinó una casi inmediata inserción del ex presidente en la vida política con vistas a tener un papel relevante en las elecciones generales del 2003.
De la Rúa reiteró el “respeto irrestricto a la Justicia” y aclaró que “no tenemos nada que ver, ninguna intervención, ni en un sentido ni en otro”.
De esa manera, el Presidente rechazó las denuncias sobre un presunto pacto político con el menemismo, en momentos en que el gobierno, acosado por la crisis económica y financiera, necesita de apoyo político para garantizar la gobernabilidad y, al mismo tiempo, debilitar al sector más duro con el oficialismo del PJ, metiendo una cuña en la interna de ese partido.
El jefe del Estado recordó que “cuando se produjo la detención (el 7 de junio pasado), desde una fuerza política dijeron que el gobierno estaba vinculado, y ahora dicen lo contrario” y ratificó que “hay que acostumbrarse al respeto absoluto a la independencia de la Justicia”, que según dijo, el gobierno mantiene “como regla de principio”.
