lunes, 2 de diciembre de 2024

Qué significado tiene el “arco iris” del hidrógeno

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Aunque el hidrógeno gaseoso es incoloro, la industria utiliza a veces los colores como una forma de describir cuál de los muchos procesos posibles se utilizó para fabricar un lote concreto.

Hay hidrógeno gris, verde y azul, además de tonos más vivos como el rosa… todo un arco iris (algo así). El hidrógeno se suele considerar un héroe del clima porque, cuando se utiliza como combustible en autobuses o en la producción de acero, no hay que preocuparse por las emisiones directas de carbono (ni por el calentamiento que genera). Ahora que el mundo intenta reducir el uso de combustibles fósiles, podría haber una gran demanda de esta fuente de energía libre de carbono.

Pero la forma en que se obtiene el hidrógeno podría determinar hasta qué punto es útil para el clima. Ahí es donde aparece el arco iris. (La Comisión Europea publicó una normativa que define qué es hidrógeno “renovable”: o sea, cómo se define el hidrógeno ecológico.

El arco iris del hidrógeno

Hoy en día ya utilizamos mucho hidrógeno: la demanda mundial fue de 94 millones de toneladas métricas (Mt) en 2021. La mayor parte se utilizó en el refinado del petróleo, así como en la producción de amoníaco (para fertilizantes) y metanol (para la fabricación de productos químicos).

Es probable que eso cambie en el futuro, porque también es un buen sustituto de los combustibles fósiles en el transporte, la industria pesada y otros sectores. Si los países mantienen sus compromisos climáticos, la demanda de hidrógeno podría alcanzar las 13millones de toneladas en 2030, y casi la cuarta parte de esa cifra correspondería a nuevos usos.

El problema es que hoy en día la producción de hidrógeno requiere sobre todo combustibles fósiles, normalmente gas natural. En la llamada producción de hidrógeno “gris”, el gas natural reacciona con el agua, generando hidrógeno gaseoso y emitiendo carbono. Pero no tiene por qué ser así. Por un lado, podríamos intentar capturar las emisiones de carbono de la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles (este método produce el llamado hidrógeno azul). Se trata de un planteamiento bastante controvertido, porque la captura de carbono es cara y no siempre funciona con eficacia. Otra posibilidad es replantearse el proceso y empezar a utilizar electricidad para producir hidrógeno. Este proceso utiliza un electrolizador: el agua y la electricidad entran; el hidrógeno y el oxígeno salen. Si la electricidad que alimenta esa reacción procede de fuentes renovables, el hidrógeno se gana oficialmente la distinción de ser “verde”.

¿Qué significa ser ecológico?

Esa es la pregunta que intenta responder la Comisión Europea con las nuevas normas publicadas la semana pasada. El objetivo es determinar qué proyectos de hidrógeno serán tenidos en cuenta para los objetivos climáticos y podrán optar a financiación especial. (Esa financiación es importante porque el hidrógeno ecológico es hoy bastante más caro que el gris de origen fósil). Estas nuevas normas tienen dos aspectos importantes.

En primer lugar, el hidrógeno verde deberá producirse con electricidad renovable. Los productores tendrán que conectarse directamente a parques solares y eólicos u obtener electricidad de la red y firmar contratos con generadores de electricidad renovable. Para alcanzar ese objetivo de producción nacional se necesitarán 500 TWh de electricidad renovable. Eso equivale a casi el 15% del consumo total de electricidad de la UE.

Como se necesita tanta electricidad para satisfacer la demanda de hidrógeno, los reguladores intentan evitar que la producción absorba toda la capacidad renovable existente. Para evitarlo, la Comisión exigirá a los productores de hidrógeno que respeten el principio de adicionalidad. Básicamente, los productores deben añadir nuevas energías renovables a la red, no acaparar las antiguas.

Los nuevos requisitos exigen que los productores de hidrógeno utilicen proyectos de energías renovables construidos recientemente (en los últimos tres años). En EE.UU., la administración Biden está elaborando normas similares en materia de créditos fiscales para el hidrógeno en el marco de la Ley de Reducción de la Inflación, por lo que pronto deberíamos saber más sobre lo que la ecología significa para ese mercado.

¿Un recurso renovable?

 El hidrógeno no es algo que se considere muy extendido en la naturaleza. Pero algunos investigadores empiezan a cambiar de opinión sobre su abundancia. Algunos pozos exploratorios han descubierto corrientes de hidrógeno bastante claras, y ahora se están empezando a buscar reservas en Australia, África y Europa.

En cuanto a por qué no lo habíamos encontrado antes, cabe decir que el hidrógeno no se da en los mismos lugares que el petróleo y el gas, y no mucha gente habría ido a buscarlo en el pasado. (Lo curioso es que este hidrógeno podría ser un recurso renovable. Esto se debe a que las reacciones que lo generan pueden producirse de forma natural bajo tierra cuando el agua reacciona con las rocas. Además, su extracción podría ser bastante barata. Quedan muchas preguntas por responder antes de que abandonemos los electrolizadores, pero es realmente interesante ver cómo el arco iris del hidrógeno añade un color más.

 

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