<p>Sin dudas, los chinos no dejan de dedicarse a petróleo y gas natural. Por ejemplo, la misma, sangrienta e interminable guerra civil en Nigeria que castiga a Royal Dutch/Shell, Exxon Mobile, Total o Ente Nazionale Idrocarburi no desvela a Cnooc, una de las tres mayores empresas de su género en el Reino del Medio.<br />
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Pero los intereses petroleros de Beijing llegan también a ambos Congos, Brasil, Kazajstán y Venezuela. Hace cinco meses, el fondo soberano China Investment (CIC) desembolsó casi US$ 1.000 millones por 11% de JSCKazaj Mundi Gas.<br />
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Poco antes, CIC prestaba US$ 10.000 millones a Petrobrás como aporte para financiar exploraciones bajo el lecho marino al sudeste del litoral brasileño. Vale decir, al noroeste de áreas pretendidas por Gran Bretaña. Pero la clave real quizá resida en otros recursos: mineral de hierro en Australia y África central, uranio en Irán, etc.<br />
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En apenas dos años, 2008/9, China invirtió aproximadamente US$ 115.000 millones en compra total o parcial de activos extranjeros. Pero le quedan unos US$ 2,1 billones en el bolsillo y solo una parte irá a recursos naturales renovables. Hasta el año pasado y en el futuro inmediato, Estados Unido es el mayor exportador de capitales. No obstante, aquellos 2,1 billones y los casi 800.000 millones en deuda norteamericana titulizada irán descontando la brecha.<br />
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Por de pronto, desde 2005 los capitales chinos han recorrido una larga senda Algunos de sus hitos son Petro Kazajstán (tomada ese año por US$ 4.100 millones), Morgan Stanley (5.000 millones por 10% del paquete, 2007), la aluminera Río Tinto (14.000 millones por 9% en sociedad con Alcoa, 2008) y 20% de Standard Bank (5.600 millones, ese mismo año.</p>
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¿Qué piensa hacer China con dos billones en el bolsillo?
Sin abandonar la caza de recursos naturales no renovables, mucho menos los hidrocarburos, Beijing planea sustituir prioridades. Ahora avanza hacia automotores, tecnologías de punta y algo difícil de creer- bienes raíces.