Con la asunción del nuevo gobierno, si bien van surgiendo definiciones para las empresas, aún las medidas anunciadas no logran conformar un plan. Todo indicaría que el Ejecutivo está en una situación proactiva, pero con prudencia para no dar pasos en falso. ¿Cómo serán esos primeros 100 días de gobierno”? ¿Qué efecto deben esperar las pymes?
En un evento organizado por la Asociación de Directorios Asociados (Adiras), Eduardo Fracchia, director académico del área de Economía de IAE, subrayó que “surgieron las primeras medidas de orientación fiscalista asociadas a reducir subsidios, las
transferencias discrecionales a las provincias, también la reducción de los ministerios con el objetivo de descienda el gasto público, algo que se verá cómo se va desenvolviendo”.
El economista de IAE pronosticó que “va a seguir la inflación muy alta en el primer trimestre producto de la devaluación de 350 a 800 y, si el plan tiene una buena entrada en la soja, la inflación podría amainar en el 2° semestre”. Para las pymes el escenario será dispar: “tendrán que poder manejar el capital de trabajo, estar flexibles con la incertidumbre y viendo el modo de fijar precios. Pero, a su vez, el esquema liberal favorecerá las exportaciones, que no son tan naturales en el mundo pyme: siendo responsables del 70% del empleo en el país, sólo 10.000 exportan de las 800.000 existentes”, dijo el economista, para quien “hay que ver si la apertura de las importaciones no perjudica al mercado interno”. Como siempre, hay sectores más y
menos perjudicados ante las decisiones de política económica. En ese sentido, Fracchia subrayó que “los más beneficiados con el agro, hidrocarburos, servicios basados en el conocimiento, minería y turismo”.
El capitulo legal o más bien el de las relaciones laborales es uno que ocupa y preocupa a las direcciones de las empresas pyme en el país. La alta litigiosidad y, por ende, las preocupaciones constantes de las empresas a la hora de contratar personal que
precisan son dos caras de la misma moneda. Alejandro López Tilli, presidente de Adiras, señaló que el escenario legal para las PYMES 2024, “va a estar dado por tres reformas, en esencia: reforma laboral (para bajar la conflictividad laboral y terminar con la industria del juicio); la reforma fiscal y la reforma regulatoria (tendiente a bajar la cantidad de regulaciones que pesan sobre las pymes, específicamente en lo relacionado al control de cambio de las importaciones)”.
En relación al asunto de la reforma laboral, para López Tilli “la facilitación de la contratación a través de la revitalización de modelos de contrato más flexibles, contratos por temporada, por plazo fijo o pasantías, que hoy están bastante mal vistas
por la jurisprudencia laboral, si se pudiera revitalizar esto sería muy auspicioso”. Para el asesor legal, vinculado a este tema, “lo segundo sería la promoción de regímenes preferenciales para la contratación de nueva mano de obra, en tanto que lo tercero que, es lo más importante para terminar con la industria del juicio es la derogación del régimen de las multas por deficiente registración, o por lo menos si no es la derogación completa de ese régimen , el hecho de hacer que las multas sigan vigentes pero no al bolsillo del trabajador sino que vayan para la ANSES, que en definitiva es el sujeto afectado por la falta de pago de cargas y contribuciones.” En concreto, lo que plantea el letrado es que “si estamos hablando de multas por empleo en negro, significa que el empleo no genera aportes y contribuciones, con lo cual quien se perjudica es la ANSES.
Ahora bien, alguien podría decir que se perjudica en forma directa el trabajador, lo cual no es cierto porque cuando por un empleado que no está correctamente registrado no se pagan cargas sociales, no perjudica a otro empleado regularmente registrado, sino que perjudica al jubilado actual, que es quien vive de los aportes de la clase activa”.
Para López Tilli, la reforma fiscal merece un capítulo aparte: “el hecho de ir a un sistema de mayor claridad fiscal y donde se eliminen los 160 y pico de tributos a lo largo del país en todas las jurisdicciones y se cree un sistema unificado – a decir
Ganancias, IVA, y, si se quiere, que perdure Ingresos Brutos -, pero con regímenes más claros de percepción, creo que hasta ahí tener un sistema tributario de esas naturalezas sería tolerable”, señaló. “Los demás impuestos son pseudo impuestos, llamados tasas o contribuciones, la verdad que generan un descalabro y generan como aduanas internas, con un enorme costo administrativo para la empresa, por lo que la reforma fiscal es algo que resulta imprescindible”, concluyó el letrado.
Para López Tiilli, la desregulación del control de cambios y de las importaciones, si bien desde el punto de vista político es el paso más fácil, porque esto no es algo que necesite pasar por el Congreso, sí paralelamente nos encontramos con “la pared de realidad” de que hacen falta los dólares, que no están. Entonces este es el problema que ocasiona”, señala López Tilli. “Lo cierto es que si el Gobierno logra la eliminación del déficit fiscal a través de menos gasto público, el desarmado de la bomba de las Leliqs, la recuperación de los títulos soberanos y las cotizaciones de las acciones de las empresas argentinas como consecuencia del shock de confianza, entre otras cosas, se regenerará la confianza, la estabilización de la economía y el ingreso de fondos que provengan de estas vías que está analizando el gobierno (plan Caputo) puedan efectivamente rendir sus frutos y permitir la pronta desregulación de ese sector de la economía que afecta en forma tremendamente negativa a las pymes”, cerró el presidente de Adiras.
Los contextos de incertidumbre y falta de previsibilidad no son buenos amigos del bienestar y la salud de los trabajadores. Todo indica que 2024 será un año de notables cambios, y las Pymes, cuenten o no con un departamento de RH tienen grandes desafíos, y también oportunidades.
Patricio Navarro Pizzurno, director de gente y cultura en el operador logístico iFlow, subrayó que “los datos marcan un deterioro y un nivel de salud mental muy bajo de los argentinos en general y de los trabajadores argentinos en particular: desde 2021 para acá se cuadruplicó el consumo de psicofármarcos respecto al resto de los medicamentos; 15 de cada 100 argentinos consume psicotrópicos bajo receta, lo cual no sólo es un numero alarmante, sino que el hecho de que sean bajo receta y con prescripción”. A su vez, continua Navarro, “para el ámbito del trabajo Argentina encabeza el ranking de estrés laboral crónico en la región; no sólo lo encabezamos, sino que además mostramos el nivel más alto de agotamiento laboral: el 94% de los trabajadores argentinos se identifican con el síndrome del Burn Out. Este fenómeno, dice Navarro Pizzurno, “se agudizará a propósito del contexto socio-económico y laboral:hoy la foto en Argentina 2023 y de cara al 2024, francamente requiere de tener muy presentes estos datos a la hora de estar atentos y de prevenirlos porque no son los más auspiciosos.
En este punto, el directivo retoma la teoría de los 6 grados de separación de Duncan Watts para graficar la importancia del número 1, del CEO o dueño de las PYMES en este contexto. Esta teoría dice que entre dos personas cualesquiera en el mundo, existen solo 6 grados de separación (5 intermediarios o 6 enlaces) En contraposición con las multinacionales, los grados de separación, con el dueño de la pyme con el empleado, son muchos menos. Es decir, uno puede acceder fácilmente al dueño de una pyme, al principal directivo, al CEO, sin que haya demasiados intermediarios y filtros. En contraposición, si tomamos por ejemplo una multinacional de 30.000 empleados, que tiene su casa matriz en Londres, y cuyo CEO trabaja desde allí, el impacto que puede causar el humor de ese CEO o de principal directivo en la empresa toda, es bastante relativo porque no existe un contacto directo con todos los empleados. Ahora bien, en las pymes esto sí ocurre. “El humor con el que llega el dueño, la forma en la cual se comunica con sus empleados, el trato que les dispensa, si lo hace con respeto o desde un lugar malhumorado en forma permanente, esto deteriora sensiblemente el clima laboral. Esta teoría de los 6 grados de separación que podemos traspolar a 6 empleados de separación en las pymes, cobra mucha relevancia en el momento que entendemos que los directivos no sólo pueden ser o no ser gestores del clima laboral y de la salud mental, sino que son generadores de clima laboral y de bienestar en lo inmediato”, afirma Navarro Pizzurno. En la pyme, el tenor que le da a la forma en la que se vincula el número 1 en el día a día, puede ser un factor determinante para cómo los empleados y los colaboradores de esa empresa sobrellevan esta situación de percibirse como burn out, el contexto socio-económico,
el clima de desesperanza, entre otros.
Para Navarro Pizzurno, el escenario actual presenta la peor combinatoria posible: “generalmente en el trabajo tenemos compensaciones relacionadas a lo estrictamente monetario y salarial, y compensaciones más relacionadas a lo que se conocen como aspectos blandos del trabajo, los famosos “non-cash rewards”. ¿Por qué decimos que hoy tenemos el peor escenario posible? El especialista señala que “tenemos por un lado un desgaste de la salud mental de los trabajadores que es evidente, muy marcado y obvio con todos los datos que dimos antes, pero a su vez tenemos un deterioro de la calidad del trabajo, de cuánta plata necesitamos para acceder a un nivel medio de vida y bienestar y el contexto socioeconómico.
Entonces lo que antes podía ser una elección entre una serie de variables y la otra, hoy ya no funciona así”. Sin embargo,
aclara que las Pymes tienen “el recurso de la cercanía que nos permita dar más certidumbre, aun cuando esa certidumbre no sea de tinte positivo, es decir hacer una reunión con todos los colaboradores y poder decir “nos espera un año álgido, no
sabemos qué va a pasar, pero sí sabemos esto, esto y esto”.