Las provincias parecen coincidir, sin tener en cuenta el signo político de sus gobiernos, en que no les es posible aplicar más ajustes a los gastos públicos. Ruckauf, convertido en vocero, reiteró que los gobiernos justicialistas cumplirán al pie de la letra su compromiso de solidaridad con la administración federal hasta el límite impuesto por eventuales reducciones de los planes sociales o de los salarios.
De la Sota, desde la sólida posición que le otorga la buena salud de las finanzas cordobesas, descartó cualquier ajuste. “Desde que asumí en julio de 1999, Córdoba no hizo un ajuste, sino que hemos utilizado bien los recursos”, se jactó.
Por supuesto, no se olvidó de subrayar la reducción de los impuestos que aplicara al asumir y la consiguiente mejora en la recaudación fiscal.
En términos similares, los gobernadores aliancistas Angel Rosas (Chaco), José Lizurume (Chubut), Roberto Iglesias (Mendoza) y Oscar Castillo (Catamarca) ,manifestaron no contar con margen para reducir sueldos o personal.
Las provincias parecen coincidir, sin tener en cuenta el signo político de sus gobiernos, en que no les es posible aplicar más ajustes a los gastos públicos. Ruckauf, convertido en vocero, reiteró que los gobiernos justicialistas cumplirán al pie de la letra su compromiso de solidaridad con la administración federal hasta el límite impuesto por eventuales reducciones de los planes sociales o de los salarios.
De la Sota, desde la sólida posición que le otorga la buena salud de las finanzas cordobesas, descartó cualquier ajuste. “Desde que asumí en julio de 1999, Córdoba no hizo un ajuste, sino que hemos utilizado bien los recursos”, se jactó.
Por supuesto, no se olvidó de subrayar la reducción de los impuestos que aplicara al asumir y la consiguiente mejora en la recaudación fiscal.
En términos similares, los gobernadores aliancistas Angel Rosas (Chaco), José Lizurume (Chubut), Roberto Iglesias (Mendoza) y Oscar Castillo (Catamarca) ,manifestaron no contar con margen para reducir sueldos o personal.