Productividad, único motor de la economía

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Durante los últimos 50 años, la economía mundial se benefició con un auge demográfico que aportó 1,8% al promedio de aumentos en el PBI global y generó un increíble nivel de crecimiento.  Pero ese viento de cola se está terminando.
 

 Con poblaciones viejas y menores tasas de fertilidad en todo el mundo el crecimiento que se vio en los últimos 50 años pueden terminar siendo la excepción y no la regla.

La última investigación del McKinsey Global Institute (MGI) sugiere que a menos que haya un aumento en la productividad del trabajo que compense el envejecimiento de la población, los próximos 50 años verán una caída de casi 40% en las tasas de crecimiento del PBI y de casi 30% en el crecimiento del ingreso per cápita en todo el mundo.

La investigación, sin embargo, arroja también algunos indicios que permiten cierto optimismo. Entre los países estudiados, 75% de los aumentos de productividad que se necesitan de aquí a 2025 podría lograrse si las compañías rezagadas y los organismos del sector público consiguieran la misma productividad que sus colegas con mejor desempeño  Los mercados emergentes tienen las mejores oportunidades. Esas oportunidades ya existen y representan un vínculo fundamental  en el círculo virtuoso de su desarrollo: elevar la productividad laboral es algo que va de la mano con el crecimiento del ingreso disponible, el consumo y el PBI.

Para cerrar esa brecha, las empresas deben aprovechar la oportunidad de acelerar el crecimiento de la productividad  con su potencial de creación del valor, mientras que los gobiernos deberán apoyarlas evaluando las políticas que regulan la competencia en productos y mercados laborales. El análisis micro a macro que hace el MGI muestra muchas señales positivas en sectores globales como agricultura, procesamiento de alimentos, automotores, comercio minorista y salud.

 

  1.  La productividad en agricultura, que representa sólo 4% del empleo en economías desarrolladas pero casi 40% en las emergentes, podría más que duplicarse para 2025. Las oportunidades más grandes para la mecanización y la escala están en las regiones emergentes donde, según  cálculos de la ONU, casi 30% de las cosechas todavía se recogen a mano.  En economías desarrolladas – donde suele haber chacras más grandes, con mayor nivel de mecanización y prácticas más avanzadas para el uso  de fertilizantes,  herbicidas y pesticidas – hay más avances a disposición gracias a la tecnología, incluso el uso de sensores de precisión y datos satelitales para aumentar los rendimientos.

 

Procesamiento de alimentos. La manufactura de alimentos y bebidas — o procesamiento de alimentos – representa entre 1 y 3% del PBI en los países estudiados. Globalmente, la productividad del sector es 20% más alta que la productividad mundial total, pero hay diferencias importantes entre los países. La productividad general del procesamiento de alimentos podría crecer 59%, principalmente en las economías en desarrollo, a través de mejoras operacionales, como la manufactura liviana, instalaciones más grandes para procesamiento para aprovechar los efectos de la escala.

 

Automotores. El sector automotor, que representa un estimado 1,6% del PBI global,  exhibe una productividad que es, en promedio, casi 9,5% más alta que la de otros negocios. Existen, sin embargo, grandes diferencias entre regiones que reflejan el desempeño de la productividad de las operaciones de los proveedores de componentes. La investigación de McKinsey estima que la industria automotriz podría elevar su productividad general en 90% para 2025. Esa oportunidad, otra vez, varía según la región. La mayor – en China e India – que hoy emplean más de 40% de todos los trabajadores de la industria, implican mayor escala y mejores procesos de manufactura.  

 

Comercio minorista. En casi todas las economías,  de 5 a 12% de todos los empleados trabaja en retail, de manera que es un renglón con mucho peso. Globalmente, la productividad en este sector es 30% más baja  que el promedio en todos los sectores. Esta actividad muestra también grandes diferencias de productividad entre las economías emergentes y desarrolladas y también entre países con similares niveles de ingresos.  Las oportunidades en el sector se encuentran en tres grandes aspectos: aumentar la participación de formatos más productivos, achicar la brecha entre los puntos de venta menos y más productivos en un determinado formato y mejorar incluso los de mejor desempeño usando nuevas tecnologías y procesos. Todo eso promete aumentar más de la mitad la productividad mundial del retail.

 

Salud. El gasto en salud representa 10% del PBI entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y aproximadamente 6% en las cuatro grandes economías emergentes: Brasil, China, India y Rusia. Pero el gasto total en salud está creciendo más rápido que el PBI global, lo cual aumenta la necesidad de brindar servicios de salud más eficientes.  El análisis que realizó el MGI encuentra oportunidades para ahorrar casi 25% hacia el 2025 sin comprometer resultados. 

Los países podrían desarrollar su potencial aprovechando las mejores prácticas en operaciones y compras, reduciendo el número de procedimientos clínicamente ineficaces y desarrollando modelos innovadores en la provisión de servicios (especialmente usando nuevas tecnologías digitales). Pero el tener la oportunidad de mejorar productividad no garantiza que se haga.  Hay un acalorado debate sobre cuánto crecimiento es deseable, dadas las externalidades económicas, sociales y ambientales que crea el cambio rápido. Sin embargo sin crecimiento se le hace más difícil al mundo cumplir con los compromisos sociales y financieros. Las empresas pueden y deben mejorar su capital y tecnología, buscar siempre la innovación y movilizar a los trabajadores talentosos. Los gobiernos deben evaluar si continúan abriendo sus economías para integrarlas a la economía mundial.  Como el ritmo en que cada país y sector aprovechan las oportunidades, varía indefectiblemente, los líderes empresariales del mundo deben tener grandes antenas para entender dónde están apareciendo nuevas oportunidades, cómo adaptarse a ellas y qué nuevos competidores pueden encontrarse en el camino.

 

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