Un informe del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) destacó que el fuerte y prolongado fenómeno de “El Niño” que afecta a América Latina y el Caribe incrementará la fortaleza de su impacto, aunque con disparidad, en los sectores productivo, social y ambiental de varios países de la región, por lo cual recomienda integrar la gestión de riesgos en la planificación agrícola.
Del reciente boletín técnico elaborado por IICA se desprende que mientras en Centroamérica, México, el Caribe y algunos territorios de América del Sur se prevén fuertes sequías hidrológicas, meteorológicas y agrícolas con importantes pérdidas en granos básicos, frutas y ganadería, en naciones andinas y del sur del continente El Niño podría mejorar los rendimientos agrícolas, debido al incremento esperado en las lluvias.
“Aunque algunos países han desarrollado proyectos y estrategias para la mitigación del impacto del fenómeno en la agricultura es fundamental construir estrategias de largo plazo, que además contemplen la adaptación y transferencia de riesgos climáticos”, comentó el especialista en Políticas y Análisis Sectorial del IICA, Joaquín Arias.
Entre las recomendaciones del boletín, sobresale la importancia de “avanzar en la construcción de estrategias integrales de gestión de riesgos (sobre todo en la agricultura familiar), fortalecer los sistemas de monitoreo y de alerta temprana y promover la innovación para mejorar la resiliencia de la agricultura y la gestión de los recursos naturales”.
En América Latina y el Caribe, entre 1997 y 1998 el fenómeno generó pérdidas del 50 por ciento en algunas actividades agrícolas y pecuarias, aunado a los daños en infraestructura de transporte, electricidad y agua, situación que llevó a un incremento de los costos de producción.
El especialista en Análisis Cuantitativo y Sectorial del Centro de Análisis Estratégico para la Agricultura (CAESPA) del IICA, Hugo Chavarría, existen impactos significativos en algunos de los principales productores agrícolas a nivel mundial, lo cual podría desestabilizar los mercados mundiales de alimentos.
“Un potencial incremento en los precios internacionales de los commodities podría generar presiones al alza en los precios locales, afectando a las poblaciones de menores recursos que destinan un mayor porcentaje de su ingreso a la compra de alimentos”, dijo.
La semana pasada, un estudio realizado por la Bolsa de Cereales de la Ciudad de Buenos consideró que el fenómeno climático de “El Niño” alcanzará su punto de máxima tensión en la semana de Navidad, en especial en la región mesopotámica, el sudeste de Paraguay y el sur de Brasil, y de manera menos intensa se extenderá hasta marzo próximo.