Prevén modificar el sistema sindical

El ministro del Interior ratificó hoy, jueves, la intención del Gobierno, en respuesta a un pedido de la Organización Internacional del Trabajo. El proyecto tiene oposición en las organizaciones gremiales.

11 enero, 2001

El Gobierno ratificó hoy (jueves 11) su propósito de avanzar en la modificación del sistema sindical argentino para hacerlo “más democrático, pluralista e integrador”, según afirmó el ministro del Interior, Federico Storani, quien sostuvo que “seguro” esos cambios se harán por ley y “tendrían” que ser fruto de un “debate amplio”.

“El sindicalismo en la Argentina, que tiene tradiciones buenas en muchos aspectos, no es el más destacado justamente en el tema del respeto del pluralismo y la integración de las minorías”, remarcó el funcionario al justificar una idea que está en sintonía con un antiguo pedido de la Confederación General del Trabajo (OIT).

Pese a que Storani pronosticó por radio América que la iniciativa “va a tener una adhesión muy grande la inmensa mayoría”, desde el sindicalismo se hicieron oír voces en contra al proyecto gubernamental.

El dirigente cervecero Saúl Ubaldini se manifestó en desacuerdo con la “democratización sindical” que pretende el Gobierno y aseguró que el oficialismo “ataca” a las organizaciones gremiales a través de ésta y otras iniciativas.

Anteriormente, algunos analistas políticos habían señalado que la medida forma parte de una ofensiva del Gobierno contra los sindicatos, que incluyó la ley de reforma laboral, la desregulación de las obras sociales y la reforma previsional.

Hace años que la OIT viene reclamando a los distintos gobiernos argentinos que impulsen cambios en el régimen de asociaciones sindicales –la ley que regula la vida interna de los gremios– para que se incorpore el derecho que tienen los trabajadores de “constituir las organizaciones que estimen convenientes”.

El sindicalismo expresado en las centrales lideradas por Rodolfo Daer y Hugo Moyano resiste esa recomendación argumentando que los cambios reclamados desde la OIT sólo atomizarían al movimiento obrero.

El temor es que una nueva ley estimule la proliferación de sindicatos por ramas y se termine diluyendo el espíritu del modelo impulsado por Juan Domingo Perón hace 50 años, que tiene como eje el sindicato único por actividad reconocido por el Ejecutivo de turno.

Si se atendieran las observaciones que llegan desde Suiza, también podría haber “más de una CGT” con reconocimiento oficial.

El Gobierno ratificó hoy (jueves 11) su propósito de avanzar en la modificación del sistema sindical argentino para hacerlo “más democrático, pluralista e integrador”, según afirmó el ministro del Interior, Federico Storani, quien sostuvo que “seguro” esos cambios se harán por ley y “tendrían” que ser fruto de un “debate amplio”.

“El sindicalismo en la Argentina, que tiene tradiciones buenas en muchos aspectos, no es el más destacado justamente en el tema del respeto del pluralismo y la integración de las minorías”, remarcó el funcionario al justificar una idea que está en sintonía con un antiguo pedido de la Confederación General del Trabajo (OIT).

Pese a que Storani pronosticó por radio América que la iniciativa “va a tener una adhesión muy grande la inmensa mayoría”, desde el sindicalismo se hicieron oír voces en contra al proyecto gubernamental.

El dirigente cervecero Saúl Ubaldini se manifestó en desacuerdo con la “democratización sindical” que pretende el Gobierno y aseguró que el oficialismo “ataca” a las organizaciones gremiales a través de ésta y otras iniciativas.

Anteriormente, algunos analistas políticos habían señalado que la medida forma parte de una ofensiva del Gobierno contra los sindicatos, que incluyó la ley de reforma laboral, la desregulación de las obras sociales y la reforma previsional.

Hace años que la OIT viene reclamando a los distintos gobiernos argentinos que impulsen cambios en el régimen de asociaciones sindicales –la ley que regula la vida interna de los gremios– para que se incorpore el derecho que tienen los trabajadores de “constituir las organizaciones que estimen convenientes”.

El sindicalismo expresado en las centrales lideradas por Rodolfo Daer y Hugo Moyano resiste esa recomendación argumentando que los cambios reclamados desde la OIT sólo atomizarían al movimiento obrero.

El temor es que una nueva ley estimule la proliferación de sindicatos por ramas y se termine diluyendo el espíritu del modelo impulsado por Juan Domingo Perón hace 50 años, que tiene como eje el sindicato único por actividad reconocido por el Ejecutivo de turno.

Si se atendieran las observaciones que llegan desde Suiza, también podría haber “más de una CGT” con reconocimiento oficial.

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