Prevén cosecha récord
La cosecha de granos será la segunda mayor de la historia. Se exportarán, junto a carnes, aceites y alimentos, por un valor total de US$ 15.000 millones, US$ 1.700 millones más que la campaña 2000.
Este año, la Argentina exportará unos US$ 15.000 millones entre granos, aceites, carnes y alimentos; esta cifra representa un incremento de US$ 1.700 millones en comparación con la última campaña.
Esta significativa mejora en el ingreso de divisas obedece a un repunte en los precios agrícolas y a un mayor volumen de la cosecha, que se acercaría a la mayor de la historia del campo argentino con un volumen total de entre 64 y 66 millones de toneladas.
En el Gobierno se entusiasman con que esta mejora en el campo se irradie hacia el resto de la economía; para sostener esta hipótesis toman un dato: uno de los factores que empujó la salida del tequila ,hacia 1996, fueron los precios excepcionales de las materias primas de aquellos años.
Según un pronóstico del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, que depende de la OEA), “Los precios de las commodities están mejorando en los mercados internacionales y el euro recupera su valor frente al dólar, mientras que la economía brasileña mantiene su recuperación. Todo ello indica buenas perspectivas para 2001”, señaló un informe del IICA, alentando una mejora de las expectativas.
Daniel Miró, presidente de la consultora Novitas, fue más cauto con sus proyecciones; en declaraciones realizadas al diario Clarín señaló que, a su criterio, “Las condiciones del mercado son mejores, pero actualmente el único mercado que descuella es el del trigo y en los otros hay que ver cómo se define la baraja”.
La gente del campo también toma las buenas nuevas con serenidad; se quejan porque, desde hace tres años, los productores reciben por sus granos precios muy bajos —en algunos casos los peores de las últimas dos décadas— y muchos de ellos han trabajado a pérdida, endeudándose o descapitalizándose.
La semana pasada, agrupaciones del sector recordaron en un comunicado que “frente a una cosecha importante, con precios internacionales bajos pero aceptables, las aparentes ganancias se convierten en nulas por la presión impositiva y la distorsión de los precios relativos”.
Este año, la Argentina exportará unos US$ 15.000 millones entre granos, aceites, carnes y alimentos; esta cifra representa un incremento de US$ 1.700 millones en comparación con la última campaña.
Esta significativa mejora en el ingreso de divisas obedece a un repunte en los precios agrícolas y a un mayor volumen de la cosecha, que se acercaría a la mayor de la historia del campo argentino con un volumen total de entre 64 y 66 millones de toneladas.
En el Gobierno se entusiasman con que esta mejora en el campo se irradie hacia el resto de la economía; para sostener esta hipótesis toman un dato: uno de los factores que empujó la salida del tequila ,hacia 1996, fueron los precios excepcionales de las materias primas de aquellos años.
Según un pronóstico del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, que depende de la OEA), “Los precios de las commodities están mejorando en los mercados internacionales y el euro recupera su valor frente al dólar, mientras que la economía brasileña mantiene su recuperación. Todo ello indica buenas perspectivas para 2001”, señaló un informe del IICA, alentando una mejora de las expectativas.
Daniel Miró, presidente de la consultora Novitas, fue más cauto con sus proyecciones; en declaraciones realizadas al diario Clarín señaló que, a su criterio, “Las condiciones del mercado son mejores, pero actualmente el único mercado que descuella es el del trigo y en los otros hay que ver cómo se define la baraja”.
La gente del campo también toma las buenas nuevas con serenidad; se quejan porque, desde hace tres años, los productores reciben por sus granos precios muy bajos —en algunos casos los peores de las últimas dos décadas— y muchos de ellos han trabajado a pérdida, endeudándose o descapitalizándose.
La semana pasada, agrupaciones del sector recordaron en un comunicado que “frente a una cosecha importante, con precios internacionales bajos pero aceptables, las aparentes ganancias se convierten en nulas por la presión impositiva y la distorsión de los precios relativos”.
