<p>Parte del problema es que Moscú se ha inclinado por un modelo capitalista autónomo, no por el occidental. Pero el analista no parece diferenciar entre el modelo anglosajón hoy en declive, aferrado al sector privado, y el francoalemán o renano, donde el estado tiene papel proactivo.</p>
<p>“Gran parte de la responsabilidad –sostiene Massari- le cabe al síndrome de gran potencia legado por la URSS”. Pero otro experto, Lucio Caracciolo (“Limes”), señala que, por su parte, los soviéticos calcaron el imperialismo de Pedro el grande, Catalina II y ambos Alejandros.</p>
<p>En cuanto a occidente, su percepción negativa de la sociedad y la geopolitica rusas “le impide transmitir a Moscú las ventajas de un espacio euroatlántico”. Caracciolo y otro experto, Luigi Ippolito, detectan otro aspecto conflictivo: la presencia de China, un modelo de capitalismo sin democracia siquiera formal.</p>
<p>Ese factor inclina la balanza rusa a Eurasia. Máxime con un anacronismo como la OTAN obsedida con emplazar proyectiles en Europa oriental apuntando a Moscú. Ello sin contar con las esporádicas presiones en el seno de la UE para absorber Ucrania, Moldavia y hasta satélites caucásicos de Rusia misma. <br />
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¿Por qué Rusia y la Unión Europea no se integran?
A veinte años de acabada la guerra fría, la lógica integración entre la ex Unión Soviética, a la UE sigue en el aire. Eso sostiene Maurizio Massari vocero de la cancillería italiana- en el libro Rusia, democracia europea o potencia global