Polonia tiene sus dudas sobre el euro

El sorpresivo triunfo electoral de los conservadores puede crear obstáculos en la Unión Europea. Por un lado, acentuará el fracaso del proyecto constitucional. Por el otro, amenazará al euro.

25 octubre, 2005

Lech Kaczynski, líder del “ala derecha” en el antiguo movimiento Solidaridad, se ha impuesto al “ala izquierda”. Por ende, será el próximo presidente polaco y su mandato resultará decisivo de ahora a 2010.

La fecha no es casual, pues –junto con la corriente década- vence el plazo para hacer un referendo nacional sobre si adherir o no a la Eurozona. Vale decir, los países de la UE que usan la moneda común en forma exclusiva y que, hoy, siguen limitados una docena: Alemania, Francia, España, Bélgica, Holanda, Portugal, Grecia, Luxemburgo, Finlandia, Austria, Irlanda e Italia. Si los recién ingresados adoptasen el euro, serían veintidós sobre veinticinco.

Kaczynski ha sembrado la alarma, manifestando que ese plebiscito –obligatorio para esos diez nuevos socios de la UE- es prioritario. Pesan es el asunto dos factores de riesgo: Polonia, una economía rural, se aferra a los subsidios agrícolas (podría usarlos como prenda de cambio) y se opone al ingreso de Turquía.

Por otra parte, el euro no es todavía aceptado por Gran Bretaña, Dinamarca ni Suecia. Ese tercer argumento y un cuarto –la UE no abarca Suiza, Noruega ni Islandia- son compartidos por casi todo el espectro político polaco.

Lech Kaczynski, líder del “ala derecha” en el antiguo movimiento Solidaridad, se ha impuesto al “ala izquierda”. Por ende, será el próximo presidente polaco y su mandato resultará decisivo de ahora a 2010.

La fecha no es casual, pues –junto con la corriente década- vence el plazo para hacer un referendo nacional sobre si adherir o no a la Eurozona. Vale decir, los países de la UE que usan la moneda común en forma exclusiva y que, hoy, siguen limitados una docena: Alemania, Francia, España, Bélgica, Holanda, Portugal, Grecia, Luxemburgo, Finlandia, Austria, Irlanda e Italia. Si los recién ingresados adoptasen el euro, serían veintidós sobre veinticinco.

Kaczynski ha sembrado la alarma, manifestando que ese plebiscito –obligatorio para esos diez nuevos socios de la UE- es prioritario. Pesan es el asunto dos factores de riesgo: Polonia, una economía rural, se aferra a los subsidios agrícolas (podría usarlos como prenda de cambio) y se opone al ingreso de Turquía.

Por otra parte, el euro no es todavía aceptado por Gran Bretaña, Dinamarca ni Suecia. Ese tercer argumento y un cuarto –la UE no abarca Suiza, Noruega ni Islandia- son compartidos por casi todo el espectro político polaco.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades