¿Podrá la Reserva Federal sacar de apuros a Wall Street?

En primer lugar, no parece que la función esencial del emisor sea proteger la especulación bursátil. En segundo término, la doble rebaja de tasas operada en enero indica que la RF ya no influye como otrora.

5 febrero, 2008

En un par de semanas, el comité de política monetaria redujo de 4,25 a 3% anual la tasa básica y de 5,25 a 4% el redescuento. Eso no sucedía desde 1981. Pero los indicadores accionarios no recobraron siquiera los niveles de diciembre, lo cual sugiere que algo anda mal o las cosas han cambiado más allá de lo imaginable.

Analistas y gurúes se aferran a explicaciones convencionales. Por ejemplo, que la RF no el único factor obrante y los tipos de interés deben tocarse justo cuando las acciones estén listas para recobrar terreno. Respectivamente, una verdad de Pero Grullo y una petición de principios: en tiempos tan turbulentos como los actuales, con la globalización financiera en crisis ¿quién tiene la bola de cristal, si es que algo así existe?

Cada día más economistas serios e inversores prudentes coinciden en que los problemas en danza son demasiado complejos como para que la RF o el resto de los grandes bancos centrales puedan afrontarlos con recursos cortoplacistas. Por lo mismo y según sostiene Paul Samuelson, entre otros, “las intervenciones de apuro o a destiempo ya no sirven. Es preciso replantear la arquitectura de los mercado de riesgo”.

A su criterio, “Estados Unidos ya está en recesión. Ya no debiéramos preocuparnos de crisis como la hipotecaria o la de crédito, sino de las otros sectores. Por ejemplo, la vanguardia tecnológica, sumida en un proceso de fusiones y adquisiciones peligroso”. El panorama que vislumbra Samuelson es alarmante: “Como en 1929, si hay depresión mundial será a causa de Estados Unidos, no de México,el sudeste asiático ni Rusia, como en los años 90”.

En un par de semanas, el comité de política monetaria redujo de 4,25 a 3% anual la tasa básica y de 5,25 a 4% el redescuento. Eso no sucedía desde 1981. Pero los indicadores accionarios no recobraron siquiera los niveles de diciembre, lo cual sugiere que algo anda mal o las cosas han cambiado más allá de lo imaginable.

Analistas y gurúes se aferran a explicaciones convencionales. Por ejemplo, que la RF no el único factor obrante y los tipos de interés deben tocarse justo cuando las acciones estén listas para recobrar terreno. Respectivamente, una verdad de Pero Grullo y una petición de principios: en tiempos tan turbulentos como los actuales, con la globalización financiera en crisis ¿quién tiene la bola de cristal, si es que algo así existe?

Cada día más economistas serios e inversores prudentes coinciden en que los problemas en danza son demasiado complejos como para que la RF o el resto de los grandes bancos centrales puedan afrontarlos con recursos cortoplacistas. Por lo mismo y según sostiene Paul Samuelson, entre otros, “las intervenciones de apuro o a destiempo ya no sirven. Es preciso replantear la arquitectura de los mercado de riesgo”.

A su criterio, “Estados Unidos ya está en recesión. Ya no debiéramos preocuparnos de crisis como la hipotecaria o la de crédito, sino de las otros sectores. Por ejemplo, la vanguardia tecnológica, sumida en un proceso de fusiones y adquisiciones peligroso”. El panorama que vislumbra Samuelson es alarmante: “Como en 1929, si hay depresión mundial será a causa de Estados Unidos, no de México,el sudeste asiático ni Rusia, como en los años 90”.

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