<p>Así presume un comentario editorial de Los Ángeles Times. Estas negociaciones –prosigue- obligan a sus partícipes a revelar qué les importa realmente. En los debates de última hora, Barack Obama y los legisladores de ambos partidos evidenciaron claramente sus máximas prioridades”.<br />
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Para los republicanos, azuzados por los ultras del Tea party, lo esencial era impedir cualquier aumento tributario que afecte a los contribuyentes de mayores ingresos. Para los demócratas, se trataba de eludir recortes al sistema de seguridad social y médica (SSM en la sigla ingresa) y otras partidas que benefician a viejos y pobres. <br />
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Muy bien ¿y las prioridades del presidente? Eran más terrestres y se cifraban en “lograr un arreglo que impidiera un cese selectivo de pagos capaz de sacudir la economía. Por lo menos, hasta las elecciones de 2012”. <br />
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Como vienen subrayando varios economistas sistémicos, ninguno de los principales jugadores sentados a la mesa tenía la intención de resolver verdaderamente los problemas presupuestarios y financieros de largo plazo. “Por consiguiente, el compromiso no los aborda”, señala el LAT.<br />
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Durante el proceso hacia este acuerdo, “cada partido cedió a los intereses políticos y las prioridades ideológicas del otro. Por ende, no se hizo nada por encarar las cuestiones fiscales de largo aliento”. Así lo resumió el senador Joseph Liebermann (independiente, Connecticut). <br />
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Por cierto, pese a discursos altisonantes, momentos dramáticos y mese de peleas que dejaron malparados a los contendientes ante la opinión pública, el compromiso del “mínimo común denominador” (así lo llaman en la Casa Blanca) depara relativamente poco en lo inmediato. <br />
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Durante los próximos dos años, “el arreglo se mantendrá cerca de cuanto pedía Obama. Esencialmente, un nuevo techo de endeudamiento (US$ 16,4 billones), 14,7% sobre los 14,3 billones vencidos este martes. El incremento permitirá al gobierno pagar facturas y sueldos, nada más”.<br />
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Tocante a recortes, en el ejercicio 2013/3 llegará a US$ 21.000 millones. Menos de 1% de un presupuesto cuyas erogaciones ascienden a US$ 3,7 billones. En lo atinente a la masa decenal ligada a cortes a partir del ejercicio 2013/4, es un tema posterior a los comicios generales. Para ese momento, los futuros presidente y congreso podrán hacer modificaciones.<br />
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Si son demócratas, asustarán a los republicanos, de lo contrario éstos impondrán bajas de impuestos. Pero ¿cuáles serán los actores y escenarios a partir de las realidades norteamericanas e internacionales de 2012 en adelante? <br />
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Poco logrará el tope de endeudamiento federal
Más allá del teatro político, este compromiso no obtiene gran cosa en el corto plazo. Eso sí, demorará algo que muchos ven como el dilema fiscal clave para Estados Unidos: aumentar las tasas inclusive para ricos- o reducir la atención médica.