Para el quinquenio 2015-2020 el crecimiento combinado de las economías emergentes el FMI lo ubica en 5,2%. Si se cumple la profecía, se afectará el nivel de vida, especialmente en los mercados emergentes y tanto los gobiernos como las empresas tendrán más dificultades para bajar el nivel de sus deudas.
El crecimiento potencial los países centrales y emergentes cayo en los últimos años, señala el Fondo. Por “crecimiento potencial” entiende el nivel de producción con inflación estable (o sea que la economía no sufre presiones, ni inflacionarias ni deflacionarias). El FMI espera que el crecimiento potencial en las economías desarrolladas pase de 1,3% anual durante el período 2008/14 a 1,6% durante el lustro 2015/20.
Este pronóstico es muy inferior al nivel previo a la crisis financiera internacional de 2008, cuando las economías desarrolladas tenían un potencial de crecimiento de 2,25% anual. Las previsiones del Fondo en este sentido toman en cuenta tanto el efecto negativo de la demografía (el envejecimiento de la población juega en contra de las posibilidades de crecimiento) como el gradual avance en la acumulación de capital.