El argumento de la investigación es que el ex presidente pudo haber usado sus influencias para lograr que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social financiara proyectos de la constructora Odebrecht, la más grande del país.
La fiscalía lo investiga por viajes a Panamá, Venezuela, República Dominicana y Ghana, pero Lula niega haber trabajado como consultor. La investigación del ex presidente, que terminó sus dos mandatos con gran aprobación del pueblo en general, es la amenaza más seria hasta la fecha para el partido de los Trabajadores Brasileño, o PT, que Lula contribuyó a fundar.
La revista Época publicó en mayo que da Silva había usado indebidamente su influencia para obtener préstamos el BNDES para las operaciones de Odebrecht en Cuba y República Dominicana, viajando a menudo para encontrarse con los líderes de esos países, negociaciones que pagaba la empresa.