<p>Aunque por estos días el faltante de combustibles en las estaciones de servicio se atribuía a las medidas de fuerza que aplica el personal de las estaciones de servicio y al conflicto gremial petrolero en Chubut, el incesante aumento del crudo, que llegó a US$ 135 el barril, complica aún más la ecuación económica de las refinadoras tornándoles difícil sostener el precio acordado con el gobierno. </p><p>Es que el esquema de retenciones vigente hace que a mayor precio internacional, menor resulte el costo homologado oficialmente para la materia prima, lo cual bloquea la posibilidad de importar a las compañías que no producen crudo localmente, como Shell, encarece el mixed que realiza Esso entre lo que necesitaría traer y lo que le compra internamente a Chevron, por ejemplo, y directamente obliga a YPF y a Petrobrás a abastecerse de sus propios pozos a valores inferiores una vez y media respecto de lo que cotizarían afuera.</p><p>Mientras sin ruido mediático se han ido dejando subir los precios de las naftas en los surtidores hasta 20 y 30 %, según los tipos y zonas, el eje de la distribución de la mejora se ha desplazado hacia el margen de los expendedores y los salarios del personal petrolero en la región austral.</p><p>Pero ya las alzas mundiales sin freno, salvo que se cumpliera el pronóstico de George Soros de que se detendrán con la recesión norteamericana y británica que da por sentada, embreta de nuevo los costos sobre los que se celebraron los acuerdos internos, con participación del Estado y de las refinadoras, reajuste paulatino de la tarifa incluido.</p><p>Cuando el crudo estaba en US$ 120 el barril, YPF arreglaba con Pan American Energy US$ 42 por el denominado Escalante (propio de Chubut), casi 14% más que los US$ 37 que venía desembolsando hasta ese momento. </p><p>Esso, a su vez, cerraba con Chevron un incremento en los valores para el petróleo Medanito, uno de los de mayor calidad en el país, que comentarios del mercado ubican ahora en US$ 47, 12% encima del precio anterior. </p><p>De ambos tratos se ve que el efectuado por la compañía norteamericana es más alto, aunque su incidencia en la oferta de combustible se limita a 20% aproximadamente que ocupa.</p><p><strong>Contratos provisorios</strong></p><p>En noviembre de 2007, la resolución 394, con el sello del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, establecía un precio del crudo de US$ 42 el barril, el cual determinó que durante meses las ventas de petróleo se hicieran bajo "contratos provisorios", debido a que pegaba de distinto modo en el cuadro de costos según el acceso de la refinadora al abastecimiento local.</p><p>De todos modos, las compañías que extraen crudo en los yacimientos argentinos sostenían que, con un barril internacional récord y al autorizarse aumentos en combustibles, las refinadoras tendrían espacio para pagar más.</p><p>La réplica de las industrias es que les resulta imposible asumir mayores costos sin trasladarlos a los surtidores. La realidad, en consecuencia, marca una sistemática suba del precio de las naftas y el gasoil en el mercado doméstico. </p><p>La presencia de Sergio Eskenazi en la gerencia general de YPF tuvo mucho que ver con la flexibilización en la tarifa por parte del área energética nacional, y el sector descuenta que el programa de sinceramiento continuará, primero, para trasladar al plano interno el avance del crudo y luego para recomponer la rentabilidad de la cadena de valor, seriamente comprometida por el congelamiento de tantos años.</p><p> </p>
<p>De hecho, una señal inequívoca de esa política es que el Grupo Petersen haya salido a comprar las acciones que la petrolera cotiza en Bolsa para quedarse con 15% de su capital, con la idea de asegurar el tránsito hacia el otro 10% disponible en un plazo no superior a tres años. </p>
<p>La información difundida por YPF indica que Petersen Energía Inversora, controlada por Eskenazi, también optó por adquirir 0,1% adicional de la petrolera, luego de que el 21 de febrero comprara por más de US$ 2.235 millones 14,9% de las acciones a la española Repsol. </p>
<p>Este movimiento de capitales en la firma que lidera la plaza interna de combustibles líquidos y gaseosos, apostando a favor del arbitrio estatal, que hasta ahora no se caracterizaba por su generosidad hacia los productores, no deja dudas al resto de los jugadores que participan del negocio.</p>
<p>El director de Asuntos Públicos de Esso, Tomás Hess, opina que "cada negociación es puntual y deriva de un acuerdo de ambas partes en función de la coyuntura, en el marco de la necesidad de contar con crudo para que una refinería pueda seguir funcionando". </p>
<p>Tras recordar que los productores grandes están marcando precios y atrás seguirán los más chicos, la conclusión es que "después de conocer las proyecciones del crudo a nivel internacional, los nuevos valores no deberían discutirse". </p>
<p>Sin embargo, a la línea de concertar precios con proveedores domésticos que inauguraran la "argentinizada" YPF y la Esso (que de estar en venta pasó a ratificar su presencia en el país) todavía no se terminaban de acoplar Shell y Petrobrás. </p>
<p>El sector de refinación asegura haber estado obligado a pagar los nuevos valores porque de lo contrario algunas plantas no contarían con crudo para producir. </p>
<p><strong>Antecedentes</strong></p>
<p>Hasta el presente, según el titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), Manuel García, "las petroleras dicen que están produciendo a full pero los números muestran otra cosa: en 1995 con menor consumo que ahora se producían 7 millones de metros cúbicos de nafta y el año pasado sólo se llegó a 5 millones". </p>
<p>En el rubro gasoil, indicaba García, en 2007 se volcaron al mercado 11,5 millones de metros cúbicos, contra los 12,7 millones que se produjeron en 2001, en plena recesión. </p>
<p>El año pasado se habían vendido 3,04 millones de metros cúbicos de súper -la nafta con más salida-, un 17% más que en 2001. Es que en 2007 aparecieron 567.850 automotores, casi seis veces más que en 2002. Y este año se estima que otros 620.000 nuevos aumentarán la demanda de combustibles. </p>
<p>Hasta el año pasado, algunas compañías del sector, como Esso y Petrobrás, venían comprando en el exterior ese combustible para cubrir necesidades puntuales. Pero en 2007 se importaron 19.265 m3 de súper, según la Secretaría de Energía, lo cual casi duplica las importaciones del año anterior y quintuplica las de 2002. </p>
<p>El titular de Esso en la Argentina comentó que la empresa vendió en abril "un 23% más de naftas en todo el país", con un aumento "mayor al 30% en Capital y Gran Buenos Aires". </p>
<p>Hess reiteró que "la capacidad de refinación que tiene el país está en el máximo" y que "todas las refinerías están funcionando a máxima capacidad" para satisfacer la demanda. Y aseguró, también, que "los stocks (actuales) son totalmente suficientes" para abastecer el mercado.</p>
<p>También desde YPF señalaron que "la empresa mantiene el normal abastecimiento de naftas y gasoil en todo el país". Sus tres refinerías operan a la máxima capacidad e, incluso, en el primer trimestre, la provisión fue un 12 % más alta que en igual período del año pasado. </p>
<p>El gobierno, a través del INdEC, reconoció ayer que el procesamiento de petróleo presentó, en el primer trimestre, un nivel similar al del mismo lapso del año anterior. El mayor crecimiento se registró en fuel oil, con un alza de 5,1%, mientras que la producción de nafta está estancada. </p>
<p> </p>
<p> </p>
<p> </p>