<p>El contraste no podría ser mayor: hace un año, ese indicador saltaba a 4%. Hoy, el instituto europeo de estadística (IEA) anuncia un congelamiento jamás vivido desde 1999. Vale decir, desde que el euro es moneda de circulación única.<br />
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Su ámbito comprende en la actualidad Alemania, Francia, Italia, España, Austria, Bélgica, Holanda, Luxemburgo (“off shore” de la zona), Portugal, Irlanda, Eslovenia, Dinamarca, Malta, Grecia, Chipre y Finlandia. Suecia no adhiere al euro pero figura en el IEA, aunque no en el Banco Central Europeo (BCE).</p>
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Fuera de la Eurozona pero dentro de la Unión Europea (27 miembros), el panorama es muy distinto. Por ejemplo, hay inflación indisimulable en Bulgaria (6%), Rumania (5%), Hungría (4,9%) y Polonia (4,5%). Por el contrario, Bélgica (-1,7%) e Irlanda (-2,6%) muestran signos claros de deflación.<br />
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Luxemburgo (-1,5%) es un caso singular, pues su economía es puramente financiera y depende mucho de su papel como paraíso fiscal de la UE. Mientras tanto, el BCE mantiene la proyección anual de +0,3% para la Eurozona. Algo anacrónico, el IEA se atiene a cifras mensuales y no difunde oficialmente números anualizados. Entretanto, Estados Unidos registra +0,1% en julio y una proyección anual de 2,1%. <br />
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Parecer ser el turno de la deflación en la Eurozona
La frenada de precios registrada en el área no tiene precedentes desde que circula la moneda común. En julio, el índice minorista promedio cedió 0,7%, empujado por alimentos, energía y combustibles (que no son la misma cosa).