<p>La operación tiene previsto eliminar con este cambio de títulos, una deuda equivalente a € 100 mil millones. Pero para lograrlo, 95% de los acreedores deben participar. <br />
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No es una amenaza expresa de que no se pagará a quienes no participen, pero es un riesgo más que evidente. <br />
La advertencia apunta en especial a 14% de los inversionistas que tienen títulos griegos que se rigen por la ley internacional. El restante 86%, bajo jurisdicción de la ley griega, representa € 177 mil millones, que también han sido notificados que, si no adhieren, estarán sujetos a nuevas cláusulas colectivas para forzar un acuerdo con los holdouts.<br />
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La percepción de los observadores que analizan la reestructuración que dejará a los acreedores con nuevos títulos por valor de la mitad de lo que tenían, es que la advertencia griega es bien agresiva. <br />
Es que cuanto mayor sea el acuerdo que se alcance con los tenedores de bonos, menor margen quedará para futuros juicios y mayor chance tendrá el esfuerzo de estabilizar la economía griega (y la europea).<br />
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No será fácil. Muchos de los compradores internacionales recientes son hedge funds que esperan cobrar 100% de valor de los bonos, cualesquiera sean los recursos que se deban utilizar (los llamados “fondos buitre”).</p>
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Para Grecia la opción es el canje o default
Si los tenedores de bonos griegos no aceptan la propuesta de reestructuración de la deuda de 206 mil millones que vence mañana-, no cobrarán. Atenas no contempla ninguna medida adicional para dar solución a quienes queden en esa situación. El éxito del trueque es vital para retornar a la solvencia.