<p>Así lo expresó un informe de la entidad, que acompaña la firma del economista jefe de FIEL, Daniel Artana, donde se advierte sobre la "desesperación" oficial por obtener fondos frescos de los organismos multilaterales de crédito y la opción de financiarse a través de la caja de la ANSES, el PAMI o endeudamiento con proveedores. <br />
"Los excesos de gasto público del pasado -indicó el informe de la fundación- deberán digerirse luego de las elecciones de junio porque la recesión ha hecho que la recaudación caiga en términos reales: cuando se la ajusta por una medición no oficial de la inflación, como la que elabora FIEL".<br />
Para los especialistas, "el problema (que deberá encararse en el ámbito doméstico frente a la crisis) aparece tanto en la Nación como en las provincias, ya que en ambos casos no existe acceso fluido al financiamiento".<br />
Es por ello que, según indicó FIEL, "se recurre entonces a los últimos stocks disponibles", listado que esta compuesto "por la ANSES, el PAMI y otros a nivel nacional, endeudamiento con proveedores o colocación de bonos en las cajas provinciales de jubilación".<br />
El informe advierte sobre "la desesperación del gobierno nacional por conseguir más fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial, enfrenta la limitación de no tener al día la revisión del artículo cuarto que anualmente hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los países miembros, ya que la última se hizo en 2006".<br />
"La manipulación en estadísticas oficiales -que se ha extendido a los datos de actividad económica y desempleo- y la falta de acceso al financiamiento voluntario del sector privado, impiden acceder a las nuevas líneas del FMI que no tienen las condicionalidades del pasado", se expresó el estudio.<br />
El informe refiere estimaciones realizadas por economistas del BID, quienes apuntan que "la Argentina se había apartado de la prudencia fiscal de la regla estructural chilena por alrededor de 4 % del PBI en 2006 y esa brecha se ha ampliado seguramente más desde entonces".<br />
También se mencionó que el país "suma un deterioro en indicadores que hacen al crecimiento de largo plazo, sea porque revelan flexibilidad para enfrentar un contexto internacional más adverso, o porque hacen más fácil lograr las ganancias de productividad".<br />
Desde FIEL, se indicó que "la Argentina está mal posicionada en indicadores tan diversos como la facilidad de hacer negocios, la transparencia, y la calidad de la educación".<br />
"Y ello -se expresó desde la fundación- a pesar del aumento en el gasto público primario que alcanzó para los tres niveles de gobierno el nivel más elevado de las últimas dos décadas: 32 % del PBI en 2008, alrededor de cinco puntos más que el promedio de los '90".<br />
La entidad consignó que "el potencial de crecimiento del país sufre los costos de la presión tributaria más alta de su historia y de una mezcla impositiva de bajísima calidad y no recibe los beneficios de un gasto público eficiente".<br />
Por ello, FIEL refirió en su informe que "a menos que la suerte en el futuro juegue a favor de la Argentina por nuevas ganancias en los términos del intercambio o alto crecimiento de la economía brasileña en dólares, los desafíos aparecen tanto en el corto como en el mediano plazo".</p>
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Para FIEL, los excesos del pasado limitan el presente
La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) aseguró que por “los excesos del pasado” en política económica y gasto público, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ve “limitada las opciones para morigerar la crisis”.