Papandréu: ¿bloqueo? Söros:¿Grecia sin euro?
Según presume George Sörös en el quincenario Forbes, un socio abandonará la Eurozona si no se lanza un plan B para evitar el colapso. A su vez, Giorgios Papandréu teme que algunos parlamentarios oficialistas traben las reformas pro mercado.
<p>Según señala Sörös en una columna sindicada, si la crisis obliga a que Atenas torne al drajma “toda la Unión Europea (veintisiete miembros) afrontará tiempos difíciles”. En realidad, quedará en evidencia el defecto original del euro: “carece de un sistema estilo Reserva Federal. En vez, hay un Banco Central Europeo y emisores locales, por su parte divididos en diecisiete (Eurozona) y diez, que continúan con monedas propias”.</p>
<p>A criterio del megafinancista, “la sobrevivencia de la UE resulta vital, pero sólo será factible si se operan cambios estructurales para frenar su actual desintegración”. Junto a Alex Weber (ex Bundesbank, partidario de dos euros) y Joseph Stiglitz (propone una divisa común a los veintisiete países), creen que Grecia se halla en vías de provocar un colapso financiero regional.</p>
<p>Pero ¿habrá tiempo para ese tipo de soluciones? Difícil, con el Fondo Monetario Internacional y el BCE virtualmente acéfalos o un creciente grupo de parlamentarios helenos opuesto al duro plan de austeridad que pretenden ambas instancias y el Eurogrupo. En particular, la malventa de activos estatales, recortes fiscales por € 29.000 millones en 2012/16, rebaja de salarios y jubilaciones. La votación se ha previsto para este miércoles.</p>
<p>Este paso es imprescindible para que, en julio, Grecia perciba a quinta cuota (€ 12.000 millones) del rescate por € 110.000 millones aprobado en mayo de 2010. Un hombre de Papandréu, el viceprimer ministro Theodoros Pangalos, tiene dudas sobre la suerte del paquete en el Koinobulion (parlamento).</p>
<p>Nuevas disidencias en el oficialismo (Pasok, por hoy con 155 bancas) y las 86 del derechista Nueva Democracia pueden poner en serios aprietos a Papandréu y su cerebro, Evangelos Venizelos. En síntesis, restan dos días de incertidumbre y esto pone nerviosos a los mercados especulativos.<br />
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