ritmo de crecimiento desde 1988, y 3,1% en el 2001, indicó el martes la organización en una fuerte revisión al alza de sus pronósticos.
Las nuevas previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) figuran en sus Perspectivas Económicas provisionales semestrales.
Una de las consecuencias de ese acelerado ritmo de crecimiento será la reducción del desempleo en más de dos millones de personas entre 1999 y el 2001, que quedará en 6%, en el conjunto de los 29 países miembros, señala.
En su anterior informe en noviembre pasado, la OCDE auguraba una progresión de la economía de 2,9% para este ejercicio y de 2,6% para el próximo.
Aun con esa revisión al alza, la organización advierte que la dinámica expansiva de la economía mundial podría conducir a ritmos de progresión superiores a los indicados, lo que favorecería la subida de precios de diversas materias primas y del petróleo y el mantenimiento del “optimismo” de los mercados financieros con los consiguientes riesgos.
Pero confía en que “un endurecimiento de la política monetaria” ayude a mantener la inflación a un nivel débil en la mayor parte de las regiones, “a pesar de una ligera tendencia al alza en varios países”.
Por áreas geográficas, el crecimiento estadounidense, el más prolongado experimentado por EEUU desde comienzos de siglo, seguirá situándose en cabeza del club de los países desarrollados este año con 4,9%, y se ralentizará al 3% en el 2001.
Los autores del informe advierten que “el vigor reciente de la actividad interna estadounidense no parece sostenible y comienzan a aparecer tensiones inflacionistas, mientras el déficit de la balanza de operaciones corrientes se ha aumentado fuertemente y supera el cuatro por ciento”.
En la zona euro, las perspectivas del crecimiento y de empleo a corto plazo son las mejores desde finales de los años 80.
El Producto Interior Bruto (PIB) en el conjunto de los once países del euro aumentará 3,5% este ejercicio y 3,3% en el 2001, y la tasa de desempleo caerá del 10,1% en 1999 a 9,2% este año y a 8,5% el próximo.
“Convendrá que el Banco Central Europeo (BCE) continúe orientando la política monetaria hacia una mayor neutralidad, con un aumento gradual de los tasas de interés”, aconseja la OCDE.
No obstante, puntualiza que “si la inflación subyacente y anticipada se mostrara incompatible con el objetivo a medio plazo de la estabilidad de los precios, las tasas de referencia deberían ser aumentadas antes de lo contemplado en las previsiones”.
Advierte de que la depreciación de la moneda única frente al dólar y el yen “ha sido uno de los principales factores de la recuperación de la actividad en la zona euro”, pero de seguir esa tendencia, “corre el riesgo de ser cada vez más perjudicial”.
A juicio de la OCDE, las reducciones de impuestos tienen que ir acompañadas de recortes paralelos del gasto público y los ingresos fiscales que se recauden por encima de lo previsto deben dedicarse a rescatar deuda.
Con respecto a Japón, la OCDE considera que a pesar de las previsiones de aumento del PIB -un 1,7% este año y 2,2% en el 2001-, el crecimiento del consumo privado sigue “carente de dinamismo” y las autoridades “deberían tratar de apoyar la recuperación a corto plazo sin comprometer exageradamente la salud de la economía en una perspectiva a largo plazo”.
Los mayores ritmos de progresión del PIB este año serán los de Irlanda (9,9%), Corea del Sur (5,6%), Luxemburgo (5,6%), Finlandia (5,4%), Hungría (5,2%) y Polonia (5%).
Para España, la OCDE pronostica un crecimiento de 4,3% este año y de 3,9% para el 2001. Y, para México, el único miembro latinoamericano de la OCDE, 4,8% en el 2000 y 5% en el 2001.
En el otro extremo, los crecimientos previstos más reducidos en el 2000 serán los de la República Checa (1,4%), Japón (1,7%), Dinamarca (2,2%), Suiza (2,8%), Alemania, Italia y el Reino Unido (2,9%).
La OCDE prevé que el crecimiento de la economía mundial, que fue de 3,1% el pasado año, se acelerará hasta 4,3% en el 2000 y se ralentizará a 3,8% al año siguiente.
Fuente: EFE
ritmo de crecimiento desde 1988, y 3,1% en el 2001, indicó el martes la organización en una fuerte revisión al alza de sus pronósticos.
Las nuevas previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) figuran en sus Perspectivas Económicas provisionales semestrales.
Una de las consecuencias de ese acelerado ritmo de crecimiento será la reducción del desempleo en más de dos millones de personas entre 1999 y el 2001, que quedará en 6%, en el conjunto de los 29 países miembros, señala.
En su anterior informe en noviembre pasado, la OCDE auguraba una progresión de la economía de 2,9% para este ejercicio y de 2,6% para el próximo.
Aun con esa revisión al alza, la organización advierte que la dinámica expansiva de la economía mundial podría conducir a ritmos de progresión superiores a los indicados, lo que favorecería la subida de precios de diversas materias primas y del petróleo y el mantenimiento del “optimismo” de los mercados financieros con los consiguientes riesgos.
Pero confía en que “un endurecimiento de la política monetaria” ayude a mantener la inflación a un nivel débil en la mayor parte de las regiones, “a pesar de una ligera tendencia al alza en varios países”.
Por áreas geográficas, el crecimiento estadounidense, el más prolongado experimentado por EEUU desde comienzos de siglo, seguirá situándose en cabeza del club de los países desarrollados este año con 4,9%, y se ralentizará al 3% en el 2001.
Los autores del informe advierten que “el vigor reciente de la actividad interna estadounidense no parece sostenible y comienzan a aparecer tensiones inflacionistas, mientras el déficit de la balanza de operaciones corrientes se ha aumentado fuertemente y supera el cuatro por ciento”.
En la zona euro, las perspectivas del crecimiento y de empleo a corto plazo son las mejores desde finales de los años 80.
El Producto Interior Bruto (PIB) en el conjunto de los once países del euro aumentará 3,5% este ejercicio y 3,3% en el 2001, y la tasa de desempleo caerá del 10,1% en 1999 a 9,2% este año y a 8,5% el próximo.
“Convendrá que el Banco Central Europeo (BCE) continúe orientando la política monetaria hacia una mayor neutralidad, con un aumento gradual de los tasas de interés”, aconseja la OCDE.
No obstante, puntualiza que “si la inflación subyacente y anticipada se mostrara incompatible con el objetivo a medio plazo de la estabilidad de los precios, las tasas de referencia deberían ser aumentadas antes de lo contemplado en las previsiones”.
Advierte de que la depreciación de la moneda única frente al dólar y el yen “ha sido uno de los principales factores de la recuperación de la actividad en la zona euro”, pero de seguir esa tendencia, “corre el riesgo de ser cada vez más perjudicial”.
A juicio de la OCDE, las reducciones de impuestos tienen que ir acompañadas de recortes paralelos del gasto público y los ingresos fiscales que se recauden por encima de lo previsto deben dedicarse a rescatar deuda.
Con respecto a Japón, la OCDE considera que a pesar de las previsiones de aumento del PIB -un 1,7% este año y 2,2% en el 2001-, el crecimiento del consumo privado sigue “carente de dinamismo” y las autoridades “deberían tratar de apoyar la recuperación a corto plazo sin comprometer exageradamente la salud de la economía en una perspectiva a largo plazo”.
Los mayores ritmos de progresión del PIB este año serán los de Irlanda (9,9%), Corea del Sur (5,6%), Luxemburgo (5,6%), Finlandia (5,4%), Hungría (5,2%) y Polonia (5%).
Para España, la OCDE pronostica un crecimiento de 4,3% este año y de 3,9% para el 2001. Y, para México, el único miembro latinoamericano de la OCDE, 4,8% en el 2000 y 5% en el 2001.
En el otro extremo, los crecimientos previstos más reducidos en el 2000 serán los de la República Checa (1,4%), Japón (1,7%), Dinamarca (2,2%), Suiza (2,8%), Alemania, Italia y el Reino Unido (2,9%).
La OCDE prevé que el crecimiento de la economía mundial, que fue de 3,1% el pasado año, se acelerará hasta 4,3% en el 2000 y se ralentizará a 3,8% al año siguiente.
Fuente: EFE