<p>En realidad, algunos analistas creen que lo del lunes en ambas orillas del Pacífico apunta a una corrección, luego de los avances registrados en julio y cuanto iba de agosto. Ya se veía venir, días atrás, en el retroceso de ventas minoristas. No obstante, ciertas áreas (industria y vivienda) muestran rebotes, pese al gasto de los norteamericanos, que representa 67% del producto bruto interno.<br />
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Por otro lado, Japón siguió a Alemania y Francia en materia de recuperación industrial. Dicho de otro modo, la recesión cede en esas economías, pero no en la estadounidense, al menos hasta ahora. Por las dudas, la Reserva Federal amplió ahora los programas TALF para fomentar el crédito al público.<br />
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Desde otro ángulo, la semana arranca con crudos en notable baja. El tejano intermedio afloja a US$ 76,75 el barril en Nueva York y a US$ 72,50 el Brent en Londres. Nuevamente, una brecha exagerada entre ambos valores. A primera vista, ello trasunta dudas sobre la demanda.<br />
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Por supuesto, no hubo el lunes una “caída global” de variables, ese sonsonete de los gurúes. Eso sí, hay temores acerca de una recaída en EE.UU. y parte de la Eurozona, donde la reacción es todavía débil. Sin embargo, como sostiene Angela Merkel, “vuelve la arrogancia a los mercados. Pero no debemos permitir que Wall Street y Londres definan nuestras políticas monetarias”. <br />
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Otra vez, hay dudas sobre la economía y los mercados
Solo que, en esta oportunidad, la recaída golpea en tándem a Nueva York y Shanghai. Al cabo de semanas firmes, la lenta reacción del gasto familiar en Estados Unidos provocó una ola de descensos bursátiles en Asia oriental, sudoriental y meridional.