La mujer que en abril fue elegida por la dirección del Partido Verde alemán como candidata a la Cancillería en las elecciones del 26 de septiembre, promete endurecer la postura de su país ante China y Rusia y reformar las reglas fiscales de Europa si su partido gana.
En una entrevista concedida a la prensa extranjera la más joven de los aspirantes a suceder a Angela Merkel anunció su postura que marca una ruptura profunda con las políticas de la canciller saliente. Pidió límites más flexibles a los déficits presupuestarios y los niveles de deuda de los estados miembros de la UE si su partido accede al gobierno después del 26 de septiembre.
“La principal lección que nos deja la crisis del euro es que la austeridad puede terminar asfixiando una economía. Por eso es necesaria una reforma fiscal. Alemania y Europa deben volver a convertirse en la máquina generadora de innovación”, dijo.
En materia de política exterior, también se mostró más dura que sus principales rivales al sugerir que la UE imponga aranceles de importación a las empresas chinas que tienen respaldo del estado y que aplique sanciones a los activos inmobiliarios de personas relacionadas con el régimen ruso de Vladimir Putin.
Baerbock tachó de blanda la postura del gobierno de Merkel ante Moscú, especialmente en lo referido al respaldo al gasoducto Nord Stream 2.
Con Rusia, “hay que buscar el diálogo toda vez que sea posible, pero mostrar dureza cuando sea necesario”, dijo al Financial Times en una entrevista conjunta con Le Monde de Francia y Der Standard de Austria a bordo de su autobús de campaña.
Baerbock, es una diputada de 41 años sin experiencia en el gobierno que apareció en abril cuando fue nominada como la primera candidata de los Verdes a canciller. Las primeras encuestas la sugieren como la favorita.
