<p>Algunas novedades subrayan el fenómeno. Por ejemplo, las economías de Taiwán y Tailandia crecieron en el cuarto trimestre 18 y 15,3%, con proyecciones anuales de 6,5 y 5,5%. Por el contrario, el producto bruto interno de Alemania quedó en cero, en ese mismo lapso. Si no se contrajo, fue porque el sector privado aumentó exportaciones a economías prósperas, en esencia emergentes. <br />
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Pero Olivier Blanchard, analista principal de Fondo Monetario Internacional, advierte que “la caída en el oeste resultó casi sincronizada. La recuperación no lo será tanto”. Los primeros en llegar a terapia de emergencia fueron EE.UU., la Eurozona y Japón. Pero éste venía entrando y saliendo desde 1990/1.<br />
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Por cierto, la economía norteamericana vuelve a expandirse, gracias a estímulos por más de dos billones de dólares. No obstante, su ritmo es lento si se lo compara con procesos anteriores; por ejemplo los posteriores a 1987/8, 1995/5, 1997/8 y 2000/1. El público se resiste a gastar más y los bancos, como denunció el gobierno, “absorbieron rápido salvamentos por US$ 700.000 millones, pero se sientan en esa liquidez y no prestan.<br />
JPMorgan Chase, una mosca blanca, presume que el PBI recobrará recién a mediados de año los niveles previos a las crisis iniciadas en 2008 vía malas hipotecas. La Unión Europea –Eurozona inclusive- y Japón quizá demoren hasta 2011/12.<br />
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El núcleo más vulnerable de la UE es un problema muy espinoso. Cinco integrantes, Grecia, Portugal, España, Austria e Irlanda, están en virtual cese de pagos (los dos primeros) u orillándolo. Pero, como no tiene monedas propias, no pueden salir del atolladero devaluando, salvo que abandonen un corsé llamado euro. En cuanto al resto, hay dificultades en Estonia, Letonia, Hungría, Rumania y Bulgaria.</p>
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Oriente, camino de sacar de terapia intensiva a Occidente
Crisis sistémica y recesión son obra indudable de Estados Unidos y la Eurozona. Pero les cabe a Asia oriental y sudoriental rescatar a esos países. Mayormente, a los que siguen atados al modelo anglosajón, cuestionado en buena parte del mundo.