En realidad, el equipo entrante trata de impedir que el saliente siga repartiendo discrecionalmente esos fondos. Curiosamente, varios colaboradores del futuro mandatario aceleraron un reciente planteo de Bush: pidió autorización parlamentaria para usar los US$ 344.000 millones remanentes del megarrescate. O sea, el fondo pro estabilización financiera que maneja Neel Kashkari, operador de Paulson.
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<p> El objeto formal de la solicitud es disponer de fondos apenas Obama asuma el día 20. Pero es muy difícil que el congreso acceda, dada la escasa aceptación del salvamento entre legisladores demócratas y varios republicanos. En general se estima que el gobierno ha entregado mucho dinero a sus bancas amigas, sin exigir casi nada a cambio. Como el presidente electo, quieren que los fondos remanentes vayan en auxilio de familias con deudas hipotecarias.</p>
<p> El senador John Kerry (Massachusetts, ex candidato presidencial demócrata) estuvo reunido el lunes con colegas y gente del futuro gobierno. Luego señaló que Obama estaba por adoptar decisiones sobre el programa pro alivio de activos en problemas (TARP en la sigla inglesa). El futuro mandatarios, añadió Kerry, “dirá claramente quién controlará qué y con qué destino”.</p>
<p> Kerry había estado conferenciando con Lawrence Summers y Jason Furman. Aparte de cuanto resta del megarrescate, se discutió el paquete por US$ 775.000 millones para estimular la economía real. Esta es la clave de plan para sacar a Estados Unidos de la recesión deflatoria, herencia de ocho años republicanos. Este programa sufre ya modificaciones de su pivote -40% en desgravaciones impositivas-, pero no en cuanto obras públicas, educación ni seguridad social. </p>
Obama tiene dudas sobre el megarrescate por US$ 700.000 millones
El presidente electo reiteró la decisión de reestructurar el salvamento financiero que George W.Bush, Henry Paulson y Benjamin Bernanke centran en malos banqueros. Como varios demócratas, quiere reorientarlo a las clases media y media baja.