<p>“Evitan de cualquier manera cumplir compromisos en materia de atención médica”. Así insistió Barack Obama, tras un primer éxito del proyecto social en el senado. “Estas empresas –añadió- buscan estafar a la gente y sabotean coberturas que sean mal negocio para sus codiciosos ejecutivos. Durante decenios, los crecientes costos de primas y atención médica han sido desastrosos para las familias, el sector privado y la economía en general”.<br />
<br />
En ese lapso, sostuvo el presidente, “cada vez que se intentó hacer cambios en el sistema, las aseguradoras –no sólo las médicas- echaban mano a cualquier recurso para frenar iniciativas”. Sin duda es el peor y más directo ataque de Obama desde que se inició la “operación reforma social”. Si bien estima que su posición ha mejorado la semana anterior, el mandatario advierte que “el cabildeo del negocio acentuará el nivel de hostigamiento y prepara un ataque desesperado a nuestras propuestas”.<br />
<br />
Justamente mientras la comisión financiera de la cámara alta aprobaba un proyecto de reforma, las grandes aseguradoras médicas distribuían un estudio. Su texto censura abiertamente el texto del senador William Baucus (demócrata, Ohio), votado inclusive por una republicana, Olympia Snowe (Maine). Ese estudio, afirmó Obama, “es otra cortina de humo, un juego de espejos muy conocido”.<br />
<br />
Aparte de este proyecto, hay otro en el senado y tres en diputados. Todos significan costos totales por US$ 900.000 millones en diez años. Entretanto, el presidente debió renunciar a la cobertura médica universal y, por ende, ésta alcanzará a sólo 29 millones de los 46 millones de estadounidenses más pobres. Una vez sancionado el proyecto triunfante, Obama deberá encontrar el modo de incluir los 17 millones restantes.</p>
<p> </p>
Obama se endurece ante las aseguradoras médicas
En su mensaje semanal, el presidente trató de deshonestas a las compañías, pues eluden pagar las coberturas pactadas. Las comparó con American International Group, cuya mala gestión llevó a un rescate de US$ 170.000 millones con fondos públicos.