<p>Por supuesto, la construcción había sido muy golpeada por la larga recesión inmobiliaria en el segmento residencial –lleva dieciocho meses-, causada por la crisis de malas hipotecas. Según datos del departamento federal de trabajo, el sector acumulaba a fines de abril alrededor de 1.740.000 desocupados. <br />
<br />
No obstante, la tasa de desempleo en la construcción había cedido de 21,1% en marzo a 18,7% al mes siguiente. Aun así, la cifra más que doblaba el 8,9% registrado por el índice general. Pero los despidos (“puestos eliminados”, según el eufemismo en curso) bajaron de 135.000 a 110.000, o sea 18,5%, entre marzo y abril. <br />
<br />
Contratistas, empresas y sindicatos coinciden en que aquel masivo paquete de estímulos – los conservadores sostienen que hipoteca el futuro del país- es clave directa de la reactivación sectorial. El gobierno de Barack Obama, en efecto, cifra sus mayores esperanzas políticas y sociales en una línea de acción opuesta al rescate de banqueros. <br />
<br />
<br />
</p>
Obama es Gardel para los obreros de la construcción
Centenares de trabajadores estadounidenses retienen puestos o los recobran gracias a un paquete de estímulos por US$ 787.000 millones. Pero, mientras tanto, otros sectores del campo privado generaron 530.000 despidos en abril.