<p>En lo social, los anuncios reflejan presiones de la clase media urbana, fogoneadas por la derecha republicana, todavía sin adalides –salvo Fox News- o programa. Como señalan el vicepresidente Joseph Biden y Lawrence Summers, asesor presidencial, “emitimos un mensaje claro para la gente: menos gasto, pero también menor poder para Wall Street”.<br />
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Esa observación alude a una reforma, ya en el Capitolio, que limitará riesgos de que las entidades privadas se conviertan en “megabancos” inmanejables. Esto ha desencadenado una ofensiva en toda la línea, acaudillada por el IIF al mando de William Rhodes –viejo enemigo de Latinoamérica- y Charles Dallara, gestor de fondos buitres y vocero de la banca “<em>off shore</em>”.<br />
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“Daremos batalla”, adelantaron ambos el martes. “Nos oponemos –sostuvo Rhodes, vice de Citigroup, cuyo 27% sigue en manos estatales- a iniciativas unilaterales, tasas discriminatorias o medidas que dañen el sistema financiero”. Pero el IIF no abrió la boca mientras, en octubre de 2008, Henry Paulson (entonces secretario del Tesoro puesto por Goldman Sachs) creó un programa pro alivio de activos tóxicos (TARP). Fueron US$ 700.000 millones de los contribuyentes para banqueros en apuros.<br />
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Rhodes es mucho más peligroso que Dallara, pues lleva cincuenta años cabildeando en pro del negocio financiero. Pero éste es su primer ataque directo a Washington. No obstante, el dúo critica el gravamen de 0,15% sobre bancos expuestos a derivativos y otros riesgos especulativos, sin mencionar 50% aplicado por Gran Bretaña a bonificaciones de operadores y ejecutivos del sector.<br />
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No obstante, el IIF evitó cuestionar de plano ciertas ideas de Barack Obama, Casualmente, inspiradas por Paul Volcker, un intocable para gente como Rhodes o Dallara. Tampoco parece sensato iniciar el “lobby” en la XL edición del desprestigiado foro reunido en Davos. Por cierto, el comunicado del instituto no nombra al presidente norteamericano ni a Volcker.<br />
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Hay una explicación, claro: la hostilidad de la opinión pública en EE.UU, y Europa occidental contra Wall Street y Londres. Otra es más política y se cifra en la cumbre convocada por el grupo de los 20 para noviembre en Seúl. En el medio, hay dos reuniones semestrales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.</p>
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Obama congela gastos y lo hostiga un lobby banquero
Tras el desastre en Massachusetts y sin mayoría simple en el senado, el gobierno lanza restricciones presupuestarias: US$ 250.000 millones en los años fiscales 2010/11 y 2012/13. Mientras, el Instituto Internacional de Finanzas le declara la guerra.