<p>Así señalaba tras regresar de la cumbre americana en Puerto de España. Pese a cierta hiperactividad, el gobierno no termina de revertir las calamidades económicas. Mientras afirma detectar “signos de esperanza”, pide paciencia “a una sociedad demasiado aferrada a la satisfacción inmediata de sus necesidades. Acá solemos reaccionar a una crisis pasando al trance”.</p>
<p>“Tenemos entre manos problemas que, normalmente, insumen al Congreso y al poder ejecutivo mandatos enteros. Nos toca gobernar en tiempos extraordinarios y nos agobia un legado negativo de ocho años”.</p>
<p>Varios escépticos, inclusive algunos demócratas, ponen en tela de juicio el énfasis de Barack Obama en expandir la atención médica, disminuir gases contaminantes y atender otras prioridades. Entretanto, el empleo sigue contrayéndose a ritmo alarmante, la banca privada se tambalea (el lunes derrumbó Wall Street hasta 4,4%), la industria automotriz bordea el precipicio y el déficit federal trepa.</p>
<p>“Sé que me tachan de gastar alegremente en sectores sociales, en tanto hipoteco el futuro de nuestros hijos”. El mandatario rechaza esos ataques y sostiene que “esas medidas deben adoptarse, por difíciles que sean”. Ante las críticas, Obama insiste en comprometerse con programas como el de cobertura médica, que consumen mucho presupuesto.</p>
<p>Esta actitud irrita a John Boelner (Ohio, líder republicano en diputados), que acusa al presidente por “falta de seriedad en materia de partidas fiscales o déficit. Se habla mucho –afirma-, pero ignoramos detalles de varios planes”. </p>
<p>Al defender su promesa de austeridad, Obama siempre cita una estadística que los monetaristas suelen desdeñar: “hemos detectado unos dos billones en reducciones potenciales en el decenio contable 2009/10 y 2018/9”. Pero 75% de ellas son en realidad presunciones muy elásticas. </p>
<p>En lo tocante a críticas desde la izquierda, Obama menciona las atinentes a su “supuesta tolerancia hacia los banqueros. Pero ¿por qué no soy más duro? Porque, al final, eso les costaría más caro a los contribuyentes y deterioraría la confianza pública”. Esta tesis no es compartida por economistas como Paul Krugman o Joseph Stiglitz. </p>
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Obama busca redefinir su programa y recibe críticas
El presidente de Estados Unidos se aferra a su plataforma y busca delinear su expansivo plan socioeconómico en términos mas firmes o estables. Como lo admite, muchos creen que abarco demasiado al mismo tiempo; otros me acusan de no hacer lo suficiente.