<p>El presidente estadounidense fue más lejos. “La Eurozona no termina de reponerse tras la crisis de 2007/09. Tampoco ha afrontado con claridad ni firmeza los problemas de endeudamiento soberano en su periferia”. Eso no es todo y hoy debe reforzar las FEEF”.<br />
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En ese punto, resurgen certezas e incógnitas sobre la postura china. Entre las primeras, se cuenta su disposición a asistir a Occidente si las cosas empeoran, pero sin poner en juego los US$ 3,34 billones en reservas libres que atesora. Entre las segundas están sus propias necesidades políticas y financieras o los alcances reales del plan anti inflacionario.<br />
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Por el momento, esta gigantesca economía mundial en producto bruto interno no precisa ulteriores estímulos. Esto es, un programa similar al de US$ 590.000 millones lanzado en 2008. Al respecto, si el horizonte se agrava en Estados Unidos y la Eurozona (o la propia Unión Europea), China tal vez reaccione cuando aparezcan problemas en su territorio.<br />
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Lo malo es que, a diferencia de aquella crisis sistémica, ahora EE.UU. ya no puede efectuar inyecciones masivas de gasto público –tampoco la Eurozona- ni recortar tasas. En 2008, la respuesta china era factible y oportuna. Al presente, ya no es así. Por ejemplo, los dos problemas claves ahora son una inflación persistente y los pasivos de las provincias. Ambos factores obrarían contra un nuevo plan de estímulos. A lo sumo, el gobierno central lanzaría un programa cauto, lejos de aquellos US$ 590.000 millones. <br />
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Menos constreñida estaría Beijing en lo tocante a comprar deuda soberana (país por país o vía Banco Central Europeo) e incrementar los recursos del Fondo Monetario Internacional. Pero, aun así, “la Eurozona no debe cifrar demasiadas expectativas en China”, advirtió días atrás el primer ministro Wen Jiabao.</p>
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Obama ataca con todo y China pide cautela
Barack Obama no tiene ahora pelos en la lengua. La lentitud europea espanta a todo el mundo, acusa, mientras surgen trabas a las Facilidades Económicas y Financieras (FEEF), los 440.000 millones para rescates. A su vez, Beijing abriga duda.