Norcorea: se vota este fin de semana un esquema blando de sanciones

Ambas Coreas creen que cada una quiere atacar a la otra. Mientras tanto, Estados Unidos atenuaba sanciones propuestas para conformar a China y Rusia. Crecen las dudas occidentales en cuanto a Pyongyang haya hecho en efecto ensayos nucleares.

14 octubre, 2006

Presionado por Moscú y Beijing, George W.Bush redujo los alcances del esquema norteamericano de sanciones a Norcorea, presentado al consejo de seguridad de Naciones Unidas, que lo analizada desde este sábado. Se espera que el nuevo secretario general, Ban Ki-mun, desempeñe un papel, aunque recién reemplazará a Kofi Annan en enero. Por las dudas, Pyongyang volvió a acusar a EE.UU. de urdir ataques directos, en lo que varios observadores ven como simple método para llegar a negociaciones directas.

La iniciativa de EE.UU. “blanda”contaba ya con el respaldo de la Unión Europea, vía Gran Bretaña y Francia. El nuevo proyecto excluye la exigencia nipona de cerrar a barcos norcoreanos el acceso a puertos extranjeros. También descarta la veda aeroportuaria a aviones de esa bandera. Rusia y Chica habían rechazado ambos puntos.

Sin embargo, el borrador continúa en el marco de la “constitución” de la ONU, cuyo capítulo VII autoriza bloqueos navales y acciones contra países sancionados. En rigor, así ocurrió con Irak en la guerra de 1991. Pero Beijing, Moscú y Nueva Delhi opusieron reparos en la reunión abierta este jueves.

Rusia y China, por supuesto, creen que algún tipo de represalia debe haber ante la contumacia norcoreana. Así señalaban Liu Jianchao (vocero de su cancilleria) y el embajador moscovita en la ONU, Vítaly Churkin. Entretanto, Washington duda cada día más sobre las pruebas atómicas y sospecha que fueron un fracaso. Eso explica que haya aceptado suavizar sanciones.

Al margen de la creciente desconfianza mutua entre los dos estados coreanos, Japón es un factor imprevisible. El primer ministro Shinzo Abe sostiene que su país “es el más directamente amenazado por las presuntas armas atómicas” por lo cual aplica por cuenta propia, desde el viernes, una prohibición a naves norcoreanas de entrar en puertos japoneses. Ahora, analiza un embargo comercial y vedar visitas personales entre ambos países, algo relevante porque viven en el Sol naciente nos 700.000 coreanos étnicos con nexos en el norte de la península.

Presionado por Moscú y Beijing, George W.Bush redujo los alcances del esquema norteamericano de sanciones a Norcorea, presentado al consejo de seguridad de Naciones Unidas, que lo analizada desde este sábado. Se espera que el nuevo secretario general, Ban Ki-mun, desempeñe un papel, aunque recién reemplazará a Kofi Annan en enero. Por las dudas, Pyongyang volvió a acusar a EE.UU. de urdir ataques directos, en lo que varios observadores ven como simple método para llegar a negociaciones directas.

La iniciativa de EE.UU. “blanda”contaba ya con el respaldo de la Unión Europea, vía Gran Bretaña y Francia. El nuevo proyecto excluye la exigencia nipona de cerrar a barcos norcoreanos el acceso a puertos extranjeros. También descarta la veda aeroportuaria a aviones de esa bandera. Rusia y Chica habían rechazado ambos puntos.

Sin embargo, el borrador continúa en el marco de la “constitución” de la ONU, cuyo capítulo VII autoriza bloqueos navales y acciones contra países sancionados. En rigor, así ocurrió con Irak en la guerra de 1991. Pero Beijing, Moscú y Nueva Delhi opusieron reparos en la reunión abierta este jueves.

Rusia y China, por supuesto, creen que algún tipo de represalia debe haber ante la contumacia norcoreana. Así señalaban Liu Jianchao (vocero de su cancilleria) y el embajador moscovita en la ONU, Vítaly Churkin. Entretanto, Washington duda cada día más sobre las pruebas atómicas y sospecha que fueron un fracaso. Eso explica que haya aceptado suavizar sanciones.

Al margen de la creciente desconfianza mutua entre los dos estados coreanos, Japón es un factor imprevisible. El primer ministro Shinzo Abe sostiene que su país “es el más directamente amenazado por las presuntas armas atómicas” por lo cual aplica por cuenta propia, desde el viernes, una prohibición a naves norcoreanas de entrar en puertos japoneses. Ahora, analiza un embargo comercial y vedar visitas personales entre ambos países, algo relevante porque viven en el Sol naciente nos 700.000 coreanos étnicos con nexos en el norte de la península.

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