El último lanzamiento se produjo una semana después de la exitosa prueba de un nuevo misil de mediano alcance capaz de llevar una ojiva nuclear. El país viene desafiando todos los reclamos de que contenga su programa de misiles nucleares calificándolos como “de legítima defensa”.
La semana pasada, el líder norcoreano, Kim Jong-un, dijo que el continente norteamericana estaba ya a tiro de sus misiles. Eso fue luego de probar un nuevo cohete que, dijo, es capaz de llevar una pesada ojiva nuclear. Kim recordó a Washington que admita la realidad que su territorio está al alcance de sus misiles.