No al alejamiento de Santibañes
La consultora Goldman Sachs afirmó que el alejamiento del funcionario sería una señal "muy negativa" porque demostraría "la incapacidad del Presidente para soportar presiones políticas".
Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más importantes de Nueva York, indicó que el alejamiento del jefe de la Side sería una señal “muy negativa” para los mercados porque demostraría ” la incapacidad del presidente de la Rúa de soportar presiones políticas, alentando dudas sobre su capacidad de ejercer el poder presidencial”.
“A menos que haya pruebas, y no las hay hasta ahora, de que Santibañes haya estado involucrado en el pago de coimas en el Senado, pensamos que su remoción enviaría una señal muy negativa”, indicó Alberto Ades, economista para Argentina del banco.
Ades hizo estas declaraciones en una conferencia telefónica con clientes de la firma, a la que accedió el diario Clarín.
El banco emitió un documento titulado “Argentina: aumentan las presiones para remover a Santibañes”. Allí se asegura: “El bloque de los diputados de la UCR, el ex presidente Alfonsín, y el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, se unieron a las demandas del ex vicepresidente Alvarez y el Frepaso por la renuncia de Santibañes.
Fernando de Santibañes-continúa el informe- es un amigo cercano del presidente De la Rúa y encabeza la Side. El representa la ortodoxia del pensamiento económico dentro del Gobierno”. Luego plantea que De la Rúa tiene dos opciones: mantener viva la Alianza y remover a Santibañes; o resistir las presiones, lo que “finalmente mostraría quién está a cargo”.
En Goldman Sachs se tiene la visión de que Santibañes es un “aliado intelectual” de Machinea, por lo cual, su posible alejamiento dejaría prácticamente solo al ministro en su gabinete.
“Pensamos que la oposición a Santibañes está basada en sus visiones económicas muy ortodoxas”, sostuvo Ades, quien agregó que “La alternativa que el presidente de la Rúa podría tomar sería resistir a las presiones y finalmente mostrar a esos miembros de la Alianza quién tiene las riendas.
Ades aceptó que este estrategia pondría a la coalición gobernante al borde de la quiebra, marcaría el giro del Gobierno hacia una ortodoxia económica y lo forzaría a buscar el apoyo del peronismo, y potencialmente del bloque de Cavallo.
Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más importantes de Nueva York, indicó que el alejamiento del jefe de la Side sería una señal “muy negativa” para los mercados porque demostraría ” la incapacidad del presidente de la Rúa de soportar presiones políticas, alentando dudas sobre su capacidad de ejercer el poder presidencial”.
“A menos que haya pruebas, y no las hay hasta ahora, de que Santibañes haya estado involucrado en el pago de coimas en el Senado, pensamos que su remoción enviaría una señal muy negativa”, indicó Alberto Ades, economista para Argentina del banco.
Ades hizo estas declaraciones en una conferencia telefónica con clientes de la firma, a la que accedió el diario Clarín.
El banco emitió un documento titulado “Argentina: aumentan las presiones para remover a Santibañes”. Allí se asegura: “El bloque de los diputados de la UCR, el ex presidente Alfonsín, y el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, se unieron a las demandas del ex vicepresidente Alvarez y el Frepaso por la renuncia de Santibañes.
Fernando de Santibañes-continúa el informe- es un amigo cercano del presidente De la Rúa y encabeza la Side. El representa la ortodoxia del pensamiento económico dentro del Gobierno”. Luego plantea que De la Rúa tiene dos opciones: mantener viva la Alianza y remover a Santibañes; o resistir las presiones, lo que “finalmente mostraría quién está a cargo”.
En Goldman Sachs se tiene la visión de que Santibañes es un “aliado intelectual” de Machinea, por lo cual, su posible alejamiento dejaría prácticamente solo al ministro en su gabinete.
“Pensamos que la oposición a Santibañes está basada en sus visiones económicas muy ortodoxas”, sostuvo Ades, quien agregó que “La alternativa que el presidente de la Rúa podría tomar sería resistir a las presiones y finalmente mostrar a esos miembros de la Alianza quién tiene las riendas.
Ades aceptó que este estrategia pondría a la coalición gobernante al borde de la quiebra, marcaría el giro del Gobierno hacia una ortodoxia económica y lo forzaría a buscar el apoyo del peronismo, y potencialmente del bloque de Cavallo.
